La diferencia es lo intangible
A efectos de la clasificaci¨®n, Toshack parece enfrentarse hoy a una situaci¨®n parecida a la que vivi¨® Van Gaal el diciembre pasado. El Madrid est¨¢ a 10 puntos de un l¨ªder de paja, el Rayo, de la misma manera que el Bar?a se encontraba por entonces a nueve del Mallorca. Num¨¦ricamente la diferencia radica en que la distancia entre los dos grandes es ahora de ocho puntos a favor de los azulgrana por tres de los madridistas en la temporada anterior.N¨²?ez, al igual que ahora Sanz, le concedi¨® una jornada de gracia al entrenador, aprovechando que el siguiente partido se jugaba en campo contrario y que posteriormente la Liga se interrump¨ªa por los compromisos de la selecci¨®n, tiempo suficiente para poder maniobrar y asegurarse un nuevo t¨¦cnico. El Bar?a gan¨® en Valladolid y despu¨¦s conquist¨® la Liga a la pata coja.
En la decisi¨®n del presidente del Bar?a, sin embargo, intervinieron dos factores diferentes a los que maneja el del Madrid: desde la llegada de Van Gaal, el equipo azulgrana nunca ha sentido la presi¨®n madridista, ni en puntos ni en juego, y, sobre todo N¨²?ez se asegur¨® que la plantilla se hiciera corresponsable de la decisi¨®n de no cambiar de entrenador.
M¨¢s de un jugador le habr¨ªa dado una patada en el culo a Van Gaal, por engre¨ªdo, pero nadie como el t¨¦cnico holand¨¦s garantizaba la fidelidad a una idea del juego. El Bar?a hab¨ªa montado un equipo de acuerdo a una manera de entender el f¨²tbol, por encima de personalismos, y a los jugadores les asustaba el nombre de los candidatos al banquillo.
A Van Gaal no le salv¨® su libreta, sino lo que representaba, mientras que Toshack no se representa m¨¢s que a s¨ª mismo. M¨¢s que por un plan de juego, al gal¨¦s se le contrat¨® para que controlara todos los factores ajenos al juego.
Desde hace un tiempo, del Madrid llega la sensaci¨®n de que est¨¢ peleado con los entrenadores, y de que Toshack ha dado las mismas vueltas que Hiddink o Heynckes. En otras ¨¦pocas, cuando llegaba esta situaci¨®n, Molowny se pon¨ªa el ch¨¢ndal y asunto arreglado. Nadie como los secretarios t¨¦cnicos para practicar la autogesti¨®n en las buenas plantillas, pero las funciones de entrenadores de club las han asumido los presidentes, que buscan en los nuevos t¨¦cnicos a personas que carguen con todo lo que se les da, que es mucho, pero de lo que no siempre responden. Al Madrid, la mayor¨ªa de entrenadores que han podido elegir -Scala y Camacho- le han dicho que no, y ha acabado por fichar a los que s¨®lo pod¨ªan decir que s¨ª, como Toshack.
La despersonalizaci¨®n futbol¨ªstica del club no la han solucionado tampoco los jugadores, y en eso los del Madrid son tambi¨¦n diferentes a los del Bar?a. La crisis azulgrana se acab¨® cuando Guardiola, Figo y Rivaldo se convencieron de que los importantes eran ellos y el f¨²tbol que defend¨ªan, aunque a cambio tuvieran que asumir que Van Gaal vaya por ah¨ª hablando de filosof¨ªa. La diferencia entre Bar?a Madrid est¨¢ en lo intangible, y eso no se arregla en un d¨ªa ni con un simple cambio de entrenador.
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