Nueva teor¨ªa sobre los trastornos cerebrales
Un cient¨ªfico muy respetado ha elaborado una nueva y provocadora teor¨ªa sobre c¨®mo se organiza el cerebro, que, de confirmarse, explicar¨ªa c¨®mo y por qu¨¦ la mente produce s¨ªntomas encontrados en enfermedades graves aparentemente no relacionadas. Seg¨²n la teor¨ªa, la profunda tristeza de la depresi¨®n grave, el retorcimiento de manos en el trastorno obsesivo compulsivo, la implacable incomodidad del dolor cr¨®nico y el temblor y la inmovilidad del Parkinson derivan del mismo defecto cerebral: una disociaci¨®n de dos regiones que normalmente hacen funcionar sus c¨¦lulas de forma sincr¨®nica.
Si la teor¨ªa es correcta, explicar¨ªa por qu¨¦ las t¨¦cnicas quir¨²rgicas experimentales en las que se implantan electrodos en el cerebro para tratar la enfermedad de Parkinson y la depresi¨®n parecen funcionar tan bien. El neurocient¨ªfico Rodolfo Llinas, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, ha presentado su hallazgo ante 4.000 cient¨ªficos en una reuni¨®n de la Sociedad para la Neurociencia celebrada en Miami.Aunque la teor¨ªa no ha sido sometida a la revisi¨®n de otros cient¨ªficos, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos acept¨® en s¨®lo dos d¨ªas un art¨ªculo suyo para publicar en sus actas. "Este trabajo es muy importante", afirm¨® Edward Jones, presidente de la Sociedad de Neurociencia. Dado que, si se confirma, la nueva teor¨ªa propiciar¨ªa el uso de la cirug¨ªa para tratar afecciones psiqui¨¢tricas y neuronales, otros cient¨ªficos han pedido precauci¨®n. Les preocupa porque la cirug¨ªa psiqui¨¢trica que se practic¨® hace 30 o 40 a?os en esas zonas del cerebro hizo que muchas personas se volvieran incapaces.
La teor¨ªa afecta a dos ¨¢reas del cerebro -la corteza cerebral y el t¨¢lamo- y a su forma de comunicarse. La corteza es una banda de tejido espesamente plegada que realiza las capacidades mentales superiores. Est¨¢ compuesta por seis capas de c¨¦lulas altamente interconectadas y organizadas en zonas que permiten a las personas moverse, planear el futuro, hablar, escuchar, sentir el tacto, responder a los sentimientos y realizar otras funciones. La sexta capa de estas c¨¦lulas est¨¢ tambi¨¦n conectada mediante fibras nerviosas con las c¨¦lulas del t¨¢lamo, una estructura cerebral m¨¢s antigua situada inmediatamente debajo de la corteza.
Estaci¨®n repetidora
El t¨¢lamo es considerado como una estaci¨®n repetidora. Pr¨¢cticamente toda la informaci¨®n que fluye desde el mundo exterior y de las zonas inferiores del cerebro atraviesa el t¨¢lamo antes de ser transmitida a la corteza. Pero, seg¨²n Llinas, el t¨¢lamo hace mucho m¨¢s que pasar informaci¨®n. La forma en que coordina su actividad con la corteza produce no s¨®lo los s¨ªntomas de muchas enfermedades psiqui¨¢tricas y neurol¨®gicas, sino la propia conciencia. Y lo hace mediante lo que Llinas denomina oscilaciones talamocorticales. El t¨¢lamo contiene c¨¦lulas especiales que transmiten diminutas corrientes el¨¦ctricas a trav¨¦s de la membrana de manera muy coordinada.En lugar de dispararse espor¨¢dica e individualmente como otras c¨¦lulas nerviosas, las c¨¦lulas del t¨¢lamo oscilan y se disparan en grupos con diferentes frecuencias. Llinas afirma que, debido a sus conexiones, estas c¨¦lulas tal¨¢micas provocan entonces que las c¨¦lulas en la sexta capa -la capa de la corteza m¨¢s cercana a ellas- oscilen con la misma frecuencia. Esta coordinaci¨®n entre la oscilaci¨®n de c¨¦lulas de la corteza y del t¨¢lamo, que est¨¢n constantemente intercambiando se?ales, une la informaci¨®n de las diferentes zonas del cerebro y la convierte en acciones completas, en percepciones, movimientos y en la propia conciencia.
Cuando la frecuencia de oscilaci¨®n de las c¨¦lulas es alta, el cerebro est¨¢ despierto y alerta. Cuando caen a las bajas frecuencias, el cerebro se desconecta, cae en la inconsciencia y se queda dormido. Al estudiar pacientes con diferentes enfermedades cerebrales, Llinas y sus colaboradores se dieron cuenta de que determinadas zonas de su t¨¢lamo oscilaban con frecuencia anormalmente baja, como si esas zonas estuviesen dormidas.
Sin control adecuado
Cuando esto sucede, afirma el cient¨ªfico, partes claves de la corteza se disocian del t¨¢lamo. Esas partes se excitan excesivamente, porque ya no est¨¢n bajo un control adecuado, y surgen los s¨ªntomas del trastorno. Por ejemplo, un defecto en una diminuta parte del t¨¢lamo que se proyecta sobre la zona que controla los movimientos puede hacer que dichos movimientos carezcan de coordinaci¨®n. El resultado son los temblores del Parkinson.Si el defecto est¨¢ unos mil¨ªmetros m¨¢s all¨¢, afecta a una zona diferente de control del movimiento, dando lugar a la rigidez que se observa en muchos pacientes. Seg¨²n Llinas, los que sufren un dolor cr¨®nico tambi¨¦n tienen zonas del t¨¢lamo inactivas. Las zonas de la corteza relacionadas con el dolor se excitan excesivamente y producen una molestia aguda que no responde a los medicamentos. Llinas opina que el mismo defecto subyacente causa algunos tipos de depresi¨®n, la mayor parte de los tinnitus y los trastornos obsesivos y compulsivos. En cada caso, de acuerdo con su teor¨ªa, una parte del t¨¢lamo est¨¢ desfasada con la corteza, que, descontrolada, produce s¨ªntomas de profunda tristeza, zumbido en los o¨ªdos o la obsesi¨®n por lavarse continuamente las manos.
Todas estas afecciones podr¨ªan tratarse implantando electrodos en el t¨¢lamo para romper los patrones anormales de oscilaci¨®n. De hecho, el tratamiento m¨¢s eficaz para los pacientes de Parkinson que no responden a la terapia con f¨¢rmacos es instalar electrodos directamente en el t¨¢lamo. "Esto rompe la desconexi¨®n anormal y la persona mejora inmediatamente", explica Llinas. "Pero hay que dejar dentro el electrodo. Es como un marcapasos". Tambi¨¦n han tenido ¨¦xito operaciones quir¨²rgicas similares en casos de dolor cr¨®nico y depresi¨®n.
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