El ministro de Econom¨ªa franc¨¦s dimite para defenderse de las acusaciones de corrupci¨®n
Dominique Strauss-Kahn, el brillante ministro de Econom¨ªa y Finanzas franc¨¦s, hombre clave del Gabinete de Lionel Jospin, dimiti¨® ayer de su cargo ante la perspectiva cierta de ser procesado por la falsificaci¨®n de sus antiguos contratos de colaboraci¨®n con la Mutua Nacional de Estudiantes (MNEF), de la que cobr¨® 15 millones de pesetas. "Si dimito, y lo digo con toda mi fuerza de convicci¨®n, no es, de ninguna manera, porque me sienta culpable; yo cumpl¨ª como abogado el trabajo que se me hab¨ªa encomendado y que dio lugar a la ¨²nica remuneraci¨®n que indiqu¨¦ y declar¨¦", afirm¨® el superministro Strauss-Kahn, n¨²mero dos en la pr¨¢ctica del Gabinete de Jospin, durante el breve acto en el que comunic¨® su decisi¨®n.
Con gesto adusto y aire retador, respaldado por su esposa, la presentadora de televisi¨®n Anne Sinclair, y sus colaboradores del ministerio, Strauss-Kahn, de 50 a?os, dos veces ministro en Gobiernos anteriores, proclam¨® que hab¨ªa tomado esa decisi¨®n "porque as¨ª lo exigen la moral y el sentido de la responsabilidad". A?adi¨® que "no es conveniente que un ministro contin¨²e ejerciendo sus funciones cuando existe contra ¨¦l una sospecha que ha dado lugar a un procedimiento judicial y que puede alcanzar al Gobierno".Los mercados burs¨¢tiles franceses acusaron el golpe en los primeros momentos, pero se recuperaron r¨¢pidamente y terminaron la jornada al alza. La noticia, eso s¨ª, sembr¨® el desconcierto en la derecha parlamentaria que a esa hora, las 11 de la ma?ana, afilaba sus armas dial¨¦cticas en la Asamblea decidida a desgastar severamente al Gobierno. "Espero que Dominique Strauss-Kahn se incorpore r¨¢pidamente al Ejecutivo", afirm¨® posteriormente el primer ministro tras elogiar el trabajo y el talante del dimitido.
El personaje que encarna como nadie en Francia el ¨¦xito de la pol¨ªtica econ¨®mica gubernamental ha sido arrastrado a la dimisi¨®n por un esc¨¢ndalo que podr¨ªa ser considerado como menor si no estuviera trufado de nombres socialistas, algunos de ellos ilustres y situados actualmente en la ¨®rbita de Jospin. Iron¨ªas de la vida: el esc¨¢ndalo del fraude detectado en la MNEF le ha estallado a Dominique Strauss-Kahn justo cuando su camino hacia los m¨¢s elevados destinos parec¨ªa m¨¢s ensanchado que nunca, cuando su figura de hombre de talento se agigantaba en los circuitos financieros internacionales al calor de los resultados econ¨®micos de Francia. Hace s¨®lo unos d¨ªas, el Fondo Monetario Internacional, tan poco sospechoso de sintonizar con la doctrina de la izquierda francesa, elogi¨® abiertamente la pol¨ªtica de fomento de la confianza ciudadana, del consumo interno y del crecimiento desarrollada por Strauss-Kahn.
Golpe a Jospin
La implicaci¨®n judicial del poderoso ministro franc¨¦s de Finanzas es, indudablemente, el golpe m¨¢s duro de los encajados por el Gobierno de Lionel Jospin. Aunque los hechos se remontan a los a?os 1994-1996 y el papel adjudicado en el caso a Dominique Strauss-Kahn es m¨¢s bien colateral y discreto, ese pasado interpela directamente el principio de moralidad que el primer ministro franc¨¦s enarbol¨® como su primer estandarte para llegar al poder, hace dos a?os y medio. La decisi¨®n de dimitir se fragu¨® en las dos reuniones que Strauss-Kahn mantuvo con Jospin el domingo y el lunes en el palacio de Matignon. Para esas fechas se sab¨ªa ya que las acusaciones que salpicaban al ministro de Finanzas se asentaban no s¨®lo en las declaraciones de uno de los antiguos directivos de la MNEF, Philippe Plantagenest, sino tambi¨¦n, y sobre todo, en los an¨¢lisis de los documentos realizados por la polic¨ªa cient¨ªfica.Ese informe establece que quienes gestionaban en aquellos a?os el organismo de la mutua estudiantil, tradicionalmente en manos de la izquierda trotskista y socialista, falsificaron una serie de documentos para justificar a posteriori las minutas, por un total de 603.000 francos (15 millones de pesetas), percibidas por Dominique Strauss-Kahn en su calidad de abogado de ese organismo.
Sin dejar de lamentar la p¨¦rdida de un hombre del prestigio y la capacidad de Dominique Strauss-Kahn, la mayor¨ªa de los dirigentes de la izquierda francesa terminaron por aprobar el gesto del ministro. La derecha, sorprendida por una decisi¨®n que taponaba repentinamente la enorme grieta abierta en la fortaleza moral jospiniana, dedic¨® la jornada a subrayar que el caso de la MNEF no termina con la dimisi¨®n de Strauss-Kahn, sino que comienza precisamente ahora.
Vistas la reacciones, no puede decirse que el dimitido est¨¦ precisamente falto de amigos, m¨¢s all¨¢ de los entornos propios. "Ha sido amigo m¨ªo, es amigo m¨ªo y ser¨¢ siempre amigo m¨ªo", proclam¨® el vicepresidente de la muy combativa patronal francesa Medef, Denis Kessler, en el mismo acto en el que la organizaci¨®n lanzaba un nuevo ultim¨¢tum al Ejecutivo. "Le debemos un agradecimiento infinito porque era un gran abogado de las causas europeas y de las relaciones franco-alemanas, un interlocutor muy competente con el que siempre se pod¨ªa contar", declar¨® el ministro de Finanzas alem¨¢n, Hans Eichel. El sustituto de Strauss-Kahn ser¨¢ Christian Sautter, el actual secretario de Estado para el Presupuesto y estrecho colaborador del dimitido.
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