Las empresas se preparan para hacer negocio con las emisiones de gases de efecto invernadero

Mercado, coste/beneficio, negocio, sector privado. Son palabras que se repiten una y otra vez en los discursos y las negociaciones en torno a la Convenci¨®n de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico durante la conferencia que se celebra estos d¨ªas en Bonn. Reducir las emisiones de carbono al tiempo que se gana dinero es el t¨ªtulo de un folleto informativo de una instituci¨®n estadounidense presente en la ciudad alemana. Mientras los pol¨ªticos discuten c¨®mo reducir las emisiones, miles de toneladas de emisiones han empezado a cambiar de mano en el marco del libre mercado.

Al tiempo que se intentan poner a punto las normas internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el recalentamiento de la Tierra, miles de toneladas de esas emisiones han empezado ya a convertirse en un bien negociable en el mercado a cambio de un buen pu?ado de d¨®lares.Una firma estadounidense de inversiones financieras presenta en el recinto de la conferencia de Bonn sus servicios como intermediaria para las transacciones de compra y venta de cupos de emisi¨®n de di¨®xido de carbono, y ya se habla del riesgo de hipot¨¦ticos monopolios de compradores que afecten a los precios, e incluso de las cotizaciones de los cupos y de los vaivenes de mercado que ¨¦stos podr¨ªan sufrir.

Empiezan a ponerse en marcha los consorcios de seguros destinados a hacer frente a posibles sanciones por contaminar m¨¢s de lo permitido seg¨²n los acuerdos internacionales. Y todo antes incluso de que entren en vigor el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero, y los otros dos mecanismos previstos en el Protocolo de Kioto.

En el mejor de los casos, esa circunstancia no se producir¨¢ hasta dentro de tres a?os. Pero la idea est¨¢ clara: el que est¨¦ preparado cuando se abra el mercado tendr¨¢ mejor posici¨®n para hacer negocios.

Como consecuencia, la presencia y el inter¨¦s del sector empresarial en esta Cumbre del Clima son notablemente mayores que en las previas. Al fin y al cabo, ahora se trata de dotar de contenido los p¨¢rrafos en letra peque?a del acuerdo internacional.

Agilidad burocr¨¢tica

Nick Campbell, expresando la opini¨®n del sector empresarial en una reuni¨®n de la C¨¢mara Internacional de Comercio, celebrada ayer, ped¨ªa m¨ªnimas restricciones, agilidad burocr¨¢tica, sentido de la urgencia, y sistemas estables a nivel internacional y nacional para el desenvolvimiento del Protocolo de Kioto.La actividad empresarial ha comenzado. "La transacci¨®n demuestra el potencial del mercado para proporcionar soluciones de bajo coste, con el objetivo de afrontar el efecto invernadero", declar¨® recientemente Carlton Bartels, director de la compa?¨ªa estadounidense Cantor Fitzgerald, al comentar una transacci¨®n de 2,8 millones de toneladas m¨¦tricas de gases de efecto invernadero de fuentes estadounidenses a un consorcio de compa?¨ªas energ¨¦ticas canadienses.

Otro acuerdo comercial, cerrado la semana pasada, tambi¨¦n entre empresas estadounidenses y canadienses, supone la venta del derecho a emitir 2,5 millones de toneladas y di¨®xido de carbono, equivalente a lo que expelen 550.000 autom¨®viles en un a?o, por un precio que ronda los 25 millones de d¨®lares , ha informado The Wall Street Journal. "Es pr¨¢cticamente un art¨ªculo de demostraci¨®n", coment¨® Andrew Hoffman, experto de la Universidad de Boston en comercio de emisiones.

Desde el punto de vista del Protocolo de Kioto, sin duda es un ensayo o una demostraci¨®n, puesto que el documento no ha entrado a¨²n en vigor y est¨¢ por ver que cualquier acuerdo previo a su ratificaci¨®n pueda asumirse con car¨¢cter retroactivo, a¨²n en el caso de que cumpla todos los requisitos de definici¨®n, verificaci¨®n, cuantificaci¨®n y dem¨¢s que al final se establezcan.

La semana pasada celebr¨® en Colonia (Alemania) su primera sesi¨®n anual la Asociaci¨®n Internacional para el Comercio de Emisiones, a la que pertenecen empresas espa?olas como Endesa y Riotinto, informa Efe. El objetivo de la asociaci¨®n lo dej¨® muy claro su vicepresidente, el canadiense Bob Page: "No podemos responder al futuro, tenemos que dise?arlo".

?Pero c¨®mo funcionar¨ªa esto del comercio de emisiones? El Protocolo de Kioto obliga a los pa¨ªses desarrollados a reducir, en el plazo 2008-2012, sus emisiones de seis gases de efecto invernadero en un 5,2% de media respecto a los niveles de 1990. Suponiendo que el protocolo entra en vigor y un pa¨ªs tiene que reducir, por ejemplo, un 7% (como EEUU). A la hora de rendir cuentas, en el caso de que no pueda cumplir, puede redondear su balance de reducci¨®n comprando a otro pa¨ªs industrializado los excedentes de emisiones que ¨¦ste tenga.