Anthony G. Vincent, embajador de Canad¨¢ en Espa?a

Ha muerto un gran amigo de Espa?a y el m¨¢s alto representante de Canad¨¢ en nuestro suelo. Breve e intensa fue su estancia en Espa?a, apenas de dos a?os, en los que Anthony G. Vincent recorri¨® por completo nuestro territorio, gan¨¢ndose el aprecio de numerosas figuras de la pol¨ªtica, la sociedad y la cultura. Su prematura desaparici¨®n, a la edad de 59 a?os y tras una breve enfermedad, supone una p¨¦rdida especial para los canadianistas espa?oles, que se hab¨ªan acostumbrado a ver al embajador Vincent en un sinf¨ªn de actos universitarios, ya interviniendo como conferenciante, ya escuchando con curiosidad lo que los estudiosos espa?oles ten¨ªan que decir sobre la compleja realidad canadiense.Pocos estaban al tanto de su carrera diplom¨¢tica anterior, que se inici¨® en La Haya y Nueva Delhi, y que le llev¨® a estar al frente de las embajadas de Bangladesh y Burma en los a?os ochenta, o las de Per¨² y Bolivia en los noventa. En Lima estuvo entre los rehenes del grupo armado Tupac Amaru, siendo liberado en las primeras horas de la crisis para asumir de inmediato la condici¨®n de intermediario. Junto con el obispo de Ayacucho y el representante de la Cruz Roja, entr¨® y sali¨® a diario de la ocupada Embajada de Jap¨®n durante las largas semanas en las que se busc¨® un desenlace pac¨ªfico, en un prolongado esfuerzo que le llev¨® a ser condecorado por el gobernador general de Canad¨¢.

Su estancia en Espa?a y Andorra fue sumamente provechosa y creemos que feliz para un hombre de la vitalidad y buen humor como Tony Vincent. Pocos diplom¨¢ticos habr¨¢n conseguido tantos objetivos concretos con esa combinaci¨®n de honestidad, aparente candor y una desenvoltura rayana en la osad¨ªa. Su inquietud por el mundo educativo y cultural le llev¨® a colaborar estrechamente con la Asociaci¨®n Espa?ola de Estudios Canadienses, y a ejercer como presidente de honor de la Fundaci¨®n de Estudios Canadienses, desde la que contribuy¨® a establecer un valioso programa de becas para universitarios espa?oles en cooperaci¨®n con La Caixa. Su inesperada y triste desaparici¨®n le impedir¨¢ celebrar el reciente ¨¦xito de este programa, que tanto le debe, y que fortalece las excelentes relaciones hispano-canadienses.-