La "deuda hist¨®rica"

Hubiera sido sorprendente que en el curso del bolo electoral que acaba de hacer el presidente Aznar por Valencia no se le espetase el consabido t¨®pico de la "deuda hist¨®rica" que el gobierno central tiene contra¨ªda con el Pa¨ªs Valenciano por aquello de habernos hartado de ofrendar nuevas glorias a Espa?a. Lo extra?o es que la plegaria fuese recitada por el l¨ªder de la patronal, Rafael Ferrando, con tantas muescas pol¨ªticas en su curriculum y motivos bastantes para saber en qu¨¦ consiste esa deuda. Y esa deuda no es otra que la del empresariado y de las clases dirigentes ind¨ªgenas para con este pa¨ªs, del que cultivan -a lo sumo- una idea folcl¨®rica y oportunista. Echarle el muerto a Madrid resulta ya anacr¨®nico y casi falso. El jefe del gobierno bien hubiera podido replicar que no compart¨ªa "los discursos ratoniles y de lloriqueos que se hacen en Valencia". Suyo es el juicio, explicitado en otra ocasi¨®n reciente, y el gran patr¨®n debi¨® recordarlo antes de soltar la lagrimita, pues los deudores de verdad est¨¢n aqu¨ª, y no all¨¢.