"L"Elisir d"Amore"

Donizetti: L?Elisir d?Amore. Gloria P¨¦rez, Javier Palacios, Miquel Ram¨®n, Carlos L¨®pez. Coro del Festival de ?pera Ciudad de Requena. Orquesta de C¨¢mara de la Universidad de Valencia. Director: Crist¨®bal Soler. Direcci¨®n esc¨¦nica: Jos¨¦ Luis Prieto. Direcci¨®n art¨ªstica: Enedina Lloris. L?Auditori. Torrent, 5 noviembre 1999.La Primera Quincena L¨ªrica del Auditori de Torrent se ha iniciado con esta juvenil producci¨®n de L"Elisir que re¨²ne un elenco de voces valencianas y la presencia, ya con personalidad sonora bien definida, de la Orquesta de C¨¢mara de la Universidad de Valencia.Montar un Elisir con capacidad para ser representado en gira por diversas ciudades de la Comunidad Valenciana es una idea excelente y se hace acreedora del m¨¢ximo aplauso cr¨ªtico. No es ¨¦sta, frente lo que a veces se piensa, una ¨®pera f¨¢cil de cantar. Pero su puesta en escena es relativamente sencilla y no hace falta un gran aparato de decorados para sugerir el ambiente rural en el que se desarrolla la acci¨®n. El montaje que se vi¨® en Torrente hizo uso del cl¨¢sico y barato ciclorama con resultados en absoluto despreciables.

Por otro lado, la sala del Auditori de Torrent ofrece unas acondiciones ac¨²sticas muy gratas para que el sonido de voces y orquesta llegue al p¨²blico con fidelidad y pureza m¨¢s que sobradas.

La pareja Nemorino/Adina fue confiada a la soprano Gloria P¨¦rez y el tenor Javier Palacios. ?ste, pese a un ligero percance al final de su aria del segundo acto, Una furtiva lacrima, cant¨® con generosidad de medios y buena escuela, a la par que vivi¨® el personaje con calor y expresi¨®n dram¨¢tica muy adecuada. Fue el gran triunfador musical de la velada. Lo fue menos, en todos los sentidos, la Adina de la joven soprano, a quien le convendr¨ªa liberarse del barniz met¨¢lico que afea su zona de paso. Miquel Ram¨®n y Carlos L¨®pez hicieron un Belcore y un Dalcamara propios de quien no est¨¢ muy familiarizado con el estilo belcantista y con el esp¨ªritu de la ¨®pera bufa, elementos que configuran la esencia musical del Elisir.

Crist¨®bal Soler empuj¨® a la Orquesta de C¨¢mara de la Universidad de Valencia en un constante subrayado del sonido que no siempre facilit¨® el soporte requerido por las voces. Esta circunstancia, que no merma las brillantes cualidades del joven director, se ver¨ªa sin duda paliado por una pr¨¢ctica oper¨ªstica m¨¢s frecuente. Veremos qu¨¦ logros ofrece Soler si la ¨®pera llega a estabilizarse en nuestro ¨¢mbito.

Quede, pues constancia, del inter¨¦s que ofrece esta iniciativa y deseemos su continuidad y profundizaci¨®n en futuros montajes. Vale la pena intentarlo.