Los industriales de la madera exigen al Gobierno ayudas para certificar un producto m¨¢s ecol¨®gico

Los empresarios del sector de la madera son conscientes de que cada vez un mayor n¨²mero de clientes va a exigirles no s¨®lo que sus m¨¦todos de producci¨®n sean respetuosos con el medio ambiente sino que la materia prima que usan provenga de bosques gestionados bajo criterios de sostenibilidad. En el marco de Fimma-Maderalia, que hasta el s¨¢bado re¨²ne a 1.462 expositores en Feria Valencia, los industriales exigieron ayer al Gobierno un decidido apoyo econ¨®mico para implantar un sistema de certificaci¨®n forestal, con serios controles y auditor¨ªas, que minimice los costes ecol¨®gicos, sociales y econ¨®micos.

El problema de la desforestaci¨®n de la Tierra es un tema harto anunciado al que la organizaci¨®n internacional ecologista Greenpeace le puso recientemente cifras: "Con los ritmos actuales de explotaci¨®n forestal industrial, Greenpeace calcula que alrededor de 10 millones de hect¨¢reas se deterioran o se destruyen cada a?o -lo cual equivale a la superficie de un campo de f¨²tbol cada dos segundos-".Empresas madereras sin escr¨²pulos protegidas por gobiernos poco exigentes arrasan cada a?o con masas forestales de inmenso valor ecol¨®gico. Por todo el planeta con dos grandes problemas derivados: la p¨¦rdida de biodiversidad, con la desaparici¨®n de especies antes incluso de que lleguen a clasificarse, y un peligro para la atm¨®sfera (los ¨¢rboles adem¨¢s de liberar ox¨ªgeno fijan como materia org¨¢nica el CO2 que causa el efecto invernadero). Bajo este prisma, Greenpeace hasta lleg¨® a calificar la anterior feria del mueble como "escaparate de la deforestaci¨®n".

Y ante esta situaci¨®n, los empresarios del sector son conscientes de que cada vez m¨¢s clientes exigir¨¢n que los productos vengan de bosques bien gestionados.

"El debate est¨¢ abierto entre los silvicultores y los industriales que transforman la madera", asegur¨® ayer Francesc Pons, secretario general de la Confederaci¨®n Nacional de Empresarios de la Madera (Confemadera), que organiza las I Jornadas sobre certificaci¨®n de la madera.

El 30% entra por Valencia

No en vano, los empresarios son conscientes de que Espa?a es el segundo pa¨ªs de Europa que m¨¢s madera importa (por un valor de 137.946 millones de pesetas). Y de ese volumen de madera, el 30% entra por el puerto de Valencia. Por eso, en la reuni¨®n de ayer los industriales coincidieron en pedir al Gobierno ayudas para implantar la certificaci¨®n forestal. La certificaci¨®n de la madera exige controles desde que la materia est¨¢ en el bosque hasta que llega al hogar en forma de mesa de comedor o parqu¨¦ del sal¨®n. En la gesti¨®n de los bosques hay que cumplir escrupulosamente unas normas que implican respetar los ¨¢rboles hasta que tienen una edad, no talar m¨¢s del 70% de lo que el bosque produce (¨¦ste crece un 30% anualmente), reforestar antes de dos a?os... Y la custodia de la producci¨®n, tambi¨¦n mediante auditor¨ªas, fiscaliza esa madera certificada para que las empresas no blanqueen como madera controlada otra materia prima de dudoso origen.

El problema es que los sistemas de certificaci¨®n se multiplican como hongos. A¨²n as¨ª, s¨®lo dos cuentan en Europa con un respaldo generalizado: el Paneuropeo-PEFC, auspiciado por silvicultores e industriales de pa¨ªses concienciados, y el FSC, respaldado por grupos ecologistas.

"Es absolutamente horroroso lo que est¨¢ pasando en el planeta, o nos lo tomamos en serio o dentro de 50 a?os la situaci¨®n ser¨¢ catastr¨®fica", asegur¨® ayer Fernando Rosell¨®, de WWF-Adena, la organizaci¨®n que se encarga de la certificaci¨®n FSC. Precisamente ayer, Rosell¨® explic¨® que una empresa de Crevillent, Puertas Luvipol, SA, es la primera de Espa?a que est¨¢ acreditando sus productos con madera certificada.