Incapaces
JAIME ESQUEMBRE
El 9 de noviembre de hace exactamente una d¨¦cada ca¨ªa el muro de Berl¨ªn. La industriosa y rica Alemania se unificaba de nuevo. El oeste asum¨ªa las carencias del este y auguraba a?os dif¨ªciles en aras de la integraci¨®n social, pol¨ªtica y econ¨®mica. Todos estaban de acuerdo en que, tras el muro derribado, no era posible mantener un gueto de miseria. Una vez superadas las diferencias, que todav¨ªa existen, pronto dejaremos de hablar de las dos alemanias. Un gran paso para Occidente.
En los poderes p¨²blicos, como en todo, cohabitan mentes privilegiadas con personajes incapaces de ver m¨¢s all¨¢ de sus narices. Me permito la licencia de comparar situaciones incomparables, y escribir que mientras en Alemania han podido plantear y avanzar en la integraci¨®n plena de decenas de millones de personas, aqu¨ª somos incapaces de hacer algo similar con los 1.500 habitantes de un barrio que las autoridades de turno han condenado a muerte, sin emplear ni un segundo de su tiempo en plantearse qu¨¦ pasar¨¢ con ellos. No es racismo ni xenofobia, dicen. Simplemente molesta su presencia por cuestiones de seguridad ciudadana, absolutamente leg¨ªtimas, y otras m¨¢s perversas y poderosas: la defensa de unos intereses urban¨ªsticos que generar¨¢n plusval¨ªas multimillonarias. S¨®lo cuando Parque Ansaldo sea un solar se podr¨¢n desarrollar centenares de miles de metros cuadrados. Y como no se van, hay que echarlos.
El c¨®mo ya lo vemos: criminalizando a todos sus moradores, extendiendo un peligroso sentimiento de confrontaci¨®n con el resto de la poblaci¨®n, cortando el suministro de agua potable, cort¨¢ndoles el fluido el¨¦ctrico y demoliendo lo demolible sin retirar los escombros, para que vivir all¨ª sea un martirio.
Quienes act¨²an de esa forma, sin distingos en cuanto al color pol¨ªtico que representan, que son todos, apelan a una larga retah¨ªla de normas legales. Obvian que actitudes totalitarias de esa ¨ªndole pueden llevarles a perder la legitimidad democr¨¢tica que tienen en origen. Les hace falta releer la Constituci¨®n.
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