Los medios de comunicaci¨®n argentinos rinden el ¨²ltimo homenaje a Jacobo Timerman
Periodista profundamente comprometido con la democracia, revolucion¨® tambi¨¦n la profesi¨®n
Los medios de comunicaci¨®n argentinos rindieron ayer el ¨²ltimo homenaje a Jacobo Timerman, fundador y director de los dos medios que revolucionaron el ejercicio del periodismo en Argentina: la revista Primera Plana y el diario La Opini¨®n. Por sus redacciones pasaron varios de los periodistas m¨¢s destacados del pa¨ªs. Titulares como "Un hombre de las dos Argentinas" o "Un innovador del periodismo" encabezaban la noticia de la muerte del escritor y periodista de 76 a?os, ocurrida el jueves por la tarde (hora local)."Si el hombre del pasado era ignorante porque carec¨ªa de noticias, el actual corre el riesgo de serlo porque le sobran. Sobran las noticias, pero falta informaci¨®n, an¨¢lisis, significados...", dec¨ªa Timerman al hablar de los medios que dirigi¨®.
Nacido en el seno de una familia jud¨ªa en un peque?o pueblo de Ucrania, Timerman lleg¨® a Argentina cuando apenas ten¨ªa cinco a?os. Sus padres hu¨ªan de la Rusia postrevolucionaria. Desde los a?os de su juventud de militante socialista y sionista hasta el golpe militar de marzo de 1976, Timerman contribuy¨® a colocar muy alto el list¨®n del periodismo argentino. Pero un a?o despu¨¦s del levantamiento militar, en abril de 1977, fue secuestrado en su domicilio en Buenos Aires por uno de los llamados grupos de tareas de la dictadura. Estuvo desaparecido durante varios d¨ªas hasta que el general Ram¨®n Camps, jefe de la Polic¨ªa bonaerense, admiti¨® la detenci¨®n. Se le acusaba de administrar los fondos de la organizaci¨®n guerrillera Montoneros a trav¨¦s de la relaci¨®n que manten¨ªa con el banquero David Graiver.
Proceso a los militares
Durante cuatro a?os pas¨® por diversos centros de detenci¨®n, donde fue torturado en persona por el general Camps. "Me tortur¨®, me golpe¨® la cara contra la pared, se negaba a darme agua", explic¨® el periodista a trav¨¦s de la radio en 1983. Timerman prest¨® testimonio en el juicio a las juntas militares que se celebr¨® bajo el Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn, y su intervenci¨®n fue uno de los hitos del proceso a los militares genocidas.Su talento tambi¨¦n qued¨® reflejado en los libros que escribi¨®. Como en La guerra m¨¢s larga, donde hizo una cr¨ªtica furibunda contra el expansionsimo de Israel en la guerra de L¨ªbano; Chile, el galope muerto, sobre la dictadura del general Augusto Pinochet; y Preso sin nombre, celda sin n¨²mero, en el que describi¨® su cautiverio en poder de los militares argentinos.
La popular periodista Magdalena Ruiz Gui?azu declar¨® estar profundamente afectada porque la v¨ªspera de la muerte hab¨ªa estado filmando con Timerman para realizar un documental sobre los a?os de la democracia. La opini¨®n generalizada entre la profesi¨®n coincide en subrayar la enorme capacidad profesional e intelectual del periodista fallecido junto a un car¨¢cter dif¨ªcil con dosis de malhumor. "Seduc¨ªa y aguijoneaba a sus redactores sin anestesia", escrib¨ªa ayer el diario P¨¢gina 12.
Una de las ¨²ltimas personas que estuvo con Timerman antes de su muerte fue el tambi¨¦n periodista Carlos Gabetta, director de la edici¨®n argentina de Le Monde Diplomatique, que preparaba un libro de memorias del fundador de La Opini¨®n. "Trabaj¨¢bamos en una conversaci¨®n libre. Habl¨¢bamos del antisemitismo, la dictadura, la guerra civil... La idea era que yo le entrevistara para que me contara su vida", explic¨® Gabetta a este diario. "Ten¨ªa una inteligencia poderosa, una memoria prodigiosa, un f¨ªsico imponente, una cabeza enorme... Era como un le¨®n. Incluso con problemas de salud graves conservaba una vitalidad y lucidez extraodinarias. Al final de su vida hacia reflexiones muy profundas sobre sus errores y aciertos. Tuvo dos constantes en su vida: el antifascismo y el amor por su mujer".
Gabetta es contundente al afirmar: "Como periodista todos lo consider¨¢bamos un maestro, un intelectual de primera categor¨ªa. Lo demostr¨® despu¨¦s de su secuestro con el libro Preso sin nombre, celda sin n¨²mero, mucho m¨¢s que una denuncia es un gran libro. Y lo demostr¨® eligiendo en cada ocasi¨®n a los mejores periodistas".
La muerte le sobrevino cuando Jacobo Timerman hab¨ªa empezado a despedirse de este mundo. En un programa de televisi¨®n emitido recientemente hizo el siguiente comentario a prop¨®sito de la muerte del poeta Rafael Alberti: "Yo tambi¨¦n estoy muerto".
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