Raoul escapa de los grilletes

Despu¨¦s de siete semanas detenido en un centro de menores, del que s¨®lo sal¨ªa para acudir al tribunal con esposas en las manos y grilletes en los pies, un juez de EEUU ha dejado en libertad a un ni?o suizo de 10 a?os acusado de supuesto incesto. El caso desat¨® la ira de las autoridades suizas por la severidad judicial desproporcionada con la que el sistema estadounidense ha tratado al peque?o. El menor regres¨® a Suiza inmediatamente para reunirse con sus hermanos y sus padres, que ahora estudian posibles acciones legales contra las autoridades de Golden (Colorado).El caso del ni?o suizo, Raoul, ha puesto en evidencia las contradicciones y la exagerada contundencia que en ocasiones muestra el sistema judicial en EEUU. El suceso cambi¨® la vida de manera repentina a un matrimonio formado por un suizo y una estadounidense, que resid¨ªan de forma temporal en la ciudad de Golden junto con sus cuatro hijos.

Un d¨ªa del pasado mes de mayo recibieron en su domicilio la visita de la vecina que viv¨ªa junto a ellos. La mujer, abiertamente indignada, asegur¨® a los padres que desde su casa hab¨ªa visto c¨®mo uno de los hijos de la familia suizo-americana hab¨ªa "tocado" a su hermana de cinco a?os. Los padres restaron cualquier trascendencia al asunto y explicaron que lo que ella vio ser¨ªa, posiblemente, un juego infantil malinterpretado. Aun as¨ª, los padres hablaron con Raoul y ¨¦ste les explic¨® que tan s¨®lo hab¨ªa ayudado a su hermana a desabrocharse los pantalones porque no lograba quit¨¢rselos para poder ir al ba?o.

No imaginaban entonces que tres meses despu¨¦s, cuando toda la familia estaba durmiendo por la noche, varios polic¨ªas entrar¨ªan en su casa acompa?ados por un fiscal, abrir¨ªan el dormitorio en el que dorm¨ªa Raoul y sacar¨ªan al ni?o esposado de pies y manos. Unos minutos despu¨¦s, Raoul ingresaba en el calabozo de una comisar¨ªa de polic¨ªa.

La vecina hab¨ªa alertado a los agentes de lo que para ella era una atrocidad que deb¨ªa ser castigada; en funci¨®n de su testimonio, la fiscal¨ªa actu¨® contra Raoul por supuestos delitos de incesto y abuso sexual.

El ni?o pas¨® del calabozo a un centro de detenci¨®n de menores. A los pocos d¨ªas fue llevado ante el juez para una vista preliminar. Raoul llevaba esposas en las manos y grilletes en los pies. Se declar¨® inocente y explic¨® que tan s¨®lo hab¨ªa ayudado a su hermana a quitarse los pantalones para que pudiera orinar. Durante aquella sesi¨®n, el fiscal y el abogado intercambiaron sus argumentos mientras Raoul hac¨ªa dibujos con una caja de pinturas.

El fiscal convenci¨® al juez de la supuesta gravedad de los hechos y se dict¨® su ingreso provisional en un centro de menores, a la espera de una nueva vista en la que pod¨ªa ser condenado a pasar hasta dos a?os en ese lugar.

El abogado de la familia intuy¨® entonces que la fiscal¨ªa estudiaba retirar a los padres la custodia de sus otros tres hijos; alertados ante esa posibilidad, decidieron coger el primer avi¨®n que encontraron para regresar a Suiza y seguir desde all¨ª el proceso contra su hijo detenido.

El caso de Raoul ya hab¨ªa despertado en ese momento la ira de las autoridades suizas, que ni siquiera lograban el permiso del juez para personarse en el caso a trav¨¦s de la representaci¨®n consular.

Despu¨¦s de siete semanas detenido, Raoul qued¨® finalmente en libertad el jueves, cuando el juez decidi¨® desestimar el caso. Sin embargo, el magistrado no reconoci¨® en ning¨²n momento la desproporci¨®n de las actuaciones, sino que opt¨® por anular el proceso en funci¨®n de un error procedimental: la violaci¨®n de su derecho a un juicio r¨¢pido. Con Raoul ya en libertad, el fiscal remarc¨® que el juez "ha reconocido que ten¨ªamos una raz¨®n leg¨ªtima para intervenir y proteger a la v¨ªctima y a la comunidad de los presuntos actos cometidos por este menor".

Raoul pas¨® su primera noche en libertad en casa del c¨®nsul de Suiza en Boulder (Colorado), a quien pidi¨® para comer una t¨ªpica fondue de queso de su pa¨ªs. Ayer vol¨® finalmente a Z¨²rich para reunirse con sus padres y sus hermanos; su llegada gener¨® incluso ediciones especiales en varios peri¨®dicos suizos.