Ascensi¨®n y ca¨ªda de un hombre de negocios
El mantenimiento de los parques y jardines de L"Hospitalet del Llobregat lo ten¨ªa adjudicado, hace a?os, una empresa llamada Krinkel. Pero lo perdi¨® en favor de Agrotecsa, una compa?¨ªa que ya se ocupaba del mismo trabajo en el ¨¢rea metropolitana. La presid¨ªa el ex diputado socialista Luis Garc¨ªa S¨¢ez, a quien se conoce con el sobrenombre de Luigi. Los trabajadores de Krinkel no tuvieron problemas. Como es costumbre en estos casos, el pliego de condiciones inclu¨ªa una cl¨¢usula por la que la firma que obtuviera la concesi¨®n se quedar¨ªa tambi¨¦n al personal que ya realizaba las tareas. Total: 90 personas cuyos contratos se subrog¨® Agrotecsa. 90 personas que estar¨ªan hoy sufriendo por su puesto de trabajo si no fuera porque Agrotecsa (luego convertida en AGT Construcciones de Espacios Verdes) perdi¨® el contrato a favor de Fomento de Construcciones y Contratas, firma que, a su vez, subrog¨® los contratos de esos 90 empleados.Otros tuvieron peor suerte: los cerca de 300 trabajadores que figuraban en la n¨®mina de AGT o cualquiera de sus participadas se vieron, de repente, con una sede cerrada, sin trabajo y sin saber a qui¨¦n reclamar. Cuando el 27 de septiembre, tras el puente de la Merc¨¨, volv¨ªan a su trabajo, se encontraron la puerta cerrada y un cartelito que dec¨ªa: "Cerrado por suspensi¨®n de pagos".
Luis Garc¨ªa S¨¢ez, Luigi, era cualquier cosa, explican los trabajadores, menos un empresario ogro. M¨¢s bien le definen como un tipo majo. Afirmaba que las personas eran antes que los negocios. Tal vez por esa consideraci¨®n, en septiembre pasado, cuando las cuentas de sus negocios estaban algo m¨¢s que en rojo, pag¨® la n¨®mina por adelantado.
Luigi, ex diputado socialista, ex militante y dirigente de UGT, proced¨ªa del movimiento antifranquista. Nacido en Camas (Sevilla) el 10 de mayo de 1954, empez¨® a trabajar muy joven en el Mercado Central del Pescado de Barcelona como administrativo. En 1973 se afili¨® al entonces casi inexistente en Catalu?a Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE), donde conoci¨® a Josep Maria Triginer, con quien sigue manteniendo relaciones de amistad. Tanto, que lo contrat¨® cuando supo que este ¨²ltimo buscaba trabajo. En el Parlament estuvo durante tres legislaturas: desde 1980 hasta 1992. Luego, se pas¨® al partido de los negocios y pas¨® a controlar, directa o indirectamente, un sinf¨ªn de sociedades cuyas actividades se superponen, se entremezclan y confunden.
Tras su salida del Parlament, te¨®ricamente a petici¨®n propia, Luigi se top¨®, en el mundo de los negocios, con viejos conocidos y con algunos nuevos que, en su ¨¦poca de militante socialista, se hallaban al otro lado del espectro pol¨ªtico. Una de las personas que aparece vinculada a Garc¨ªa S¨¢ez es Llu¨ªs Renau, ex director general de Seguridad Ciudadana en el Gobierno convergente. Renau fue apoderado en las empresas Inmodarder y Iniciatives i Infraestructures, controladas por Garc¨ªa S¨¢ez.
Sus empresas actuaban sin compromiso de partido. Trabajaban para quien les diera un contrato, aunque entre los obtenidos, hasta donde se sabe, predominan con claridad los que proceden de ayuntamientos y otros organismos p¨²blicos controlados por los socialistas. Son los casos ya citados de la Entidad Metropolitana o el Ayuntamiento de L"Hospitalet. En esta ¨²ltima poblaci¨®n ten¨ªa, el d¨ªa que anunci¨® la suspensi¨®n de pago, otras dos obras en marcha: un parque (Can Closet), con un presupuesto de 50 millones de pesetas, y un aparcamiento, presupuestado en 300 millones.
Adem¨¢s de en L"Hospitalet, AGT obtuvo contratos en Barcelona, Matar¨® y Olesa de Montserrat; pero tambi¨¦n hab¨ªa realizado obras para Televisi¨®n Espa?ola, Aeropuertos Nacionales, ACESA y el Instituto Catal¨¢n del Suelo.
6.000 millones
En el momento de producirse la suspensi¨®n de pagos ten¨ªa contratos por m¨¢s de 6.000 millones de pesetas. Todos ellos conseguidos siempre por concurso p¨²blico, como ¨¦l mismo declar¨® tras pasar por el juzgado. "Nunca obtuve un contrato directo", remach¨®.
La verdad es que los negocios le fueron entre bien y muy bien mientras se mantuvo en el sector de mantenimiento de parques y jardines. El salto a la construcci¨®n, en principio, le dio buenos resultados. En 1995 -fecha de constituci¨®n de AGT Construcciones y Obras-, cerr¨® con p¨¦rdidas de 15 millones de pesetas. Un a?o m¨¢s tarde, con un volumen de negocio de 1.422 millones, cerr¨® con 16,5 millones de p¨¦rdidas y en 1997 obtuvo beneficios: siete millones.
Una de las claves para entender el hundimiento de AGT Construcciones y Obras la dan los constructores. La firma de Garc¨ªa S¨¢ez obten¨ªa los contratos en concurso p¨²blico, reconocen varios constructores, pero no lo es menos que lo lograba a base de presentar ofertas siempre por debajo de sus competidores; llegaban a ser un 20% m¨¢s baratas. Una pol¨ªtica que ha tenido consecuencias fatales por varios motivos. Uno de los m¨¢s importantes ha sido el encarecimiento de los costes en el sector de la construcci¨®n que se ha vivido en los dos ¨²ltimos a?os. La posici¨®n de las empresas de Garc¨ªa S¨¢ez era, pues, delicada: ofertaba a la baja en tiempos de alzas, con el resultado de escas¨ªsimos o nulos m¨¢rgenes de ganancia. M¨¢rgenes que eran menores si se tiene en cuenta su escasa disponibilidad econ¨®mica y que sus l¨ªmites de cr¨¦dito tampoco eran extraordinarios: el l¨ªmite de cr¨¦dito aconsejado era de 41 millones de pesetas. Sin embargo, hubo entidades que confiaron m¨¢s en Garc¨ªa S¨¢ez, como Factorcat -de Caixa de Catalunya-, que es el primer acreedor de la suspensi¨®n con una deuda de 400 millones.
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