Cuba merece m¨¢s
He compartido en La Habana las v¨ªsperas de la IX Cumbre Iberoamericana junto con diputados del Parlamento Europeo populares y socialistas, como Gerardo Galeote y Emilio Men¨¦ndez del Valle; otros pol¨ªticos, como el presidente de la Comisi¨®n Mixta Congreso-Senado para la Uni¨®n Europea, Jos¨¦ Borrell; economistas como el profesor Julio Segura; historiadores como el profesor Santos Juli¨¢, y una amplia representaci¨®n de periodistas prestigiosos procedentes de todos y cada uno de los pa¨ªses de la Am¨¦rica Ib¨¦rica y de un buen n¨²mero de los pa¨ªses miembros de la UE, entre los que destacaban portugueses y sobre todo espa?oles. Particip¨¢bamos en el V Foro Eurolatinoamericano de Comunicaci¨®n, que se ha ocupado de examinar las relaciones de este particular arco atl¨¢ntico y, en especial, los acuerdos de la Cumbre de R¨ªo, las crisis econ¨®micas de la globalizaci¨®n y los atisbos de la nueva arquitectura financiera internacional. El intento era, adem¨¢s, sumar en el an¨¢lisis las perspectivas de una y otra orilla.El prop¨®sito no era debatir sobre Cuba, ni tampoco debatir con los cubanos, sino m¨¢s bien abordar un temario de ¨¢mbito latinoamericano, pero hacerlo precisamente en La Habana igual que en a?os anteriores se hizo en las ciudades donde se celebraron las cumbres de Oporto, Isla Margarita, Santiago y Bariloche. Pero s¨®lo en f¨ªsica se hacen experimentos en el vac¨ªo del laboratorio. As¨ª que las discusiones de La Habana se celebraron en las condiciones de presi¨®n y temperatura propias de ese lugar en estos precisos momentos. Adem¨¢s, hubo amplia e interesada participaci¨®n tanto de los responsables de los medios de informaci¨®n que all¨ª tienen su sede como de los corresponsales extranjeros acreditados. Por eso una u otra vez, como dicen los de la trova, esto se puso caliente. Hubo muchas susceptibilidades, pero hubo sobre todo un reconocimiento por todos los ponentes y participantes de que todo fue dicho queriendo a Cuba y a los cubanos.
Desde luego, el contingente europeo para nada desfil¨® en formaci¨®n. Los puntos de vista expresados fueron muy diversos y nadie aport¨® el inexistente b¨¢lsamo de fierabr¨¢s. En el V Foro, organizado por la Asociaci¨®n de Periodistas Europeos y por el Centro Iberoamericano de Comunicaci¨®n y Estudios Sociales, se dieron los gritos de rigor contra la Ley Helms-Burton, hubo unanimidad en la condena del bloqueo norteamericano y se avanzaron deseos de progreso en las libertades p¨²blicas. Los interlocutores cubanos fueron muy contundentes cuando se produjeron menciones a la disidencia y se esforzaron por restarle representatividad mientras defend¨ªan los logros del sistema y reclamaban el derecho a defenderse en una situaci¨®n de extrema gravedad a la que se ven reducidos por Washington.
Otro argumento favorito, esgrimido incluso por el nuevo canciller Felipe P¨¦rez Roque, es el de la discriminaci¨®n hacia Cuba a la que se plantean exigencias que decaen al negociar con otros pa¨ªses. Citan entonces el caso de China o de Vietnam. Pero, al hacerlo, pareciera que buscan sitio en la negrura de las excepciones y que ignoraran un principio honorable, el de que Cuba y los cubanos merecen m¨¢s. As¨ª lo acredita su historia, su personalidad, el lugar privilegiado en que se encuentra y la condici¨®n admirable de sus gentes. Y as¨ª lo sienten, desde luego, cuantos espa?oles conocen la Isla Grande y comprueban que es sin duda el pa¨ªs de Am¨¦rica donde m¨¢s nos quieren. Desde luego, en Cuba como en toda Latinoam¨¦rica necesitan que la UE se convierta en un nuevo actor de primera en la escena internacional porque estar a merced de una sola superpotencia resulta muy desfavorable. Eso s¨ª, demostrando la habilidad de otras veces, en particular Castro parece haber empezado por incompatibilizarse con Javier Solana, que es quien tiene el encargo de instrumentar la Pol¨ªtica Exterior de la UE.
En cuanto al presidente Aznar, despu¨¦s del incidente de las corbatas y del axioma "si tu mueves ficha, yo muevo ficha" que precedi¨® al pu?etazo en el tablero, ha regresado al cabo de dos a?os al punto de partida sin provecho alguno para nadie ni alcanzar el m¨¢s m¨ªnimo progreso en la direcci¨®n proclamada. Desde hace muchos meses todos los esfuerzos han sido para preservar las relaciones sin alentar susceptibilidades, pero, eso s¨ª, horas antes de aterrizar en La Habana ha proclamado: "Mientras Castro viva, no veo ninguna posibilidad de apertura ni de cambio". Es decir, le ha concedido la condici¨®n de Jefe de Estado vitalicio y, al mismo tiempo, vistos sus compromisos con la apertura y el cambio, le ha deseado la muerte. Diplom¨¢tico comienzo.
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