Aceite b¨¦tico en la corte romana
,Jos¨¦ Remesal abandon¨® Andaluc¨ªa, pero Andaluc¨ªa no le abandona a ¨¦l. Ha tenido que llegar hasta Roma para que todo vuelva a recordarle las costumbres de la regi¨®n que cambi¨® por Barcelona, donde ahora es catedr¨¢tico de Historia Antigua. Lleva diez a?os investigando c¨®mo era la sociedad y el sistema econ¨®mico de la B¨¦tica en ¨¦poca romana y resulta que tiene muchos puntos de conexi¨®n con comarcas andaluzas vinculadas al aceite.Una colina en las inmediaciones de la capital italiana, con un per¨ªmetro de un kil¨®metro y una altura de 50 metros, es la fuente de informaci¨®n de Remesal y Jos¨¦ Mar¨ªa Bl¨¢zquez para conocer el pago de tributos que realizaban los b¨¦ticos a los se?ores romanos. Los primeros resultados de esta investigaci¨®n se han expuesto en la Instituci¨®n Ferial de Ja¨¦n como actividad complementaria, organizada por la Diputaci¨®n, a la 81? reuni¨®n del Consejo Ole¨ªcola Internacional.
Esa colina que analizan en el monte Testaccio es artificial y est¨¢ compuesta en un 85% por los miles de ¨¢nforas que llegaron con el aceite andaluz para consumo de Roma. El resto son contenedores con grasas que llegaron desde el norte de ?frica y el Mediterr¨¢neo oriental. En cada uno de los restos de ¨¢nfora, los investigadores han encontrado una especie de etiqueta en la que figura el nombre del comerciante y una especie de control fiscal con fecha incluida.
"Lo que fue un basurero para los romanos se convierte para nosotros en un archivo monogr¨¢fico del aceite", resalta Remesal. Hasta ahora s¨®lo han hurgado en la piel del monte y han encontrado piezas del siglo II despu¨¦s de Cristo. En los extractos inferiores, encontrar¨¢n piezas de la ¨¦poca de Augusto.
A Jos¨¦ Remesal le gustaba de peque?o andar por el campo, investigar, y eso es lo que est¨¢ haciendo desde la Universidad de Barcelona. El proyecto de Testaccio es uno de los m¨¢s importantes en los que trabaja en la actualidad y de los que m¨¢s satisfacci¨®n personal le est¨¢ reportando.
La exposici¨®n que tiene abierta en Ja¨¦n se puede ver tambi¨¦n en una p¨¢gina de Internet que cuenta con el reconocimiento del mundo cient¨ªfico por mezclar divulgaci¨®n y ciencia. Este catedr¨¢tico, de 51 a?os, nacido en Lora del R¨ªo (Sevilla) disfruta con las excavaciones. Primero, explica, hay que arrancar la pieza con mucho cuidado para que no se deteriore, luego hay que lavarla con mimo y, despu¨¦s, analizarla.
Lo que lamenta es que del Testaccio se haya perdido mucho material. A¨²n as¨ª hay restos de 25 millones de ¨¢nforas, lo que les ha llevado a hacer un c¨¢lculo que marea. Cada ¨¢nfora transportaba 70 kilos de aceite. De los restos hallados en la colina se deduce que habr¨ªa unos seis kilos de aceite por habitante al a?o para alimentar a una poblaci¨®n compuesta por dos millones y medio de personas.
En el mundo romano los tributos se pagaban con materia prima. Al menos la d¨¦cima parte de la producci¨®n la recib¨ªa el Estado. De ah¨ª proceden los miles de kilos de aceite que la B¨¦tica llevaba hasta Italia. Desde all¨ª se utilizaba para alimento en la propia ciudad, pero tambi¨¦n se distribu¨ªa por los lugares en los que los soldados estaban en batalla. Anforas andaluzas se encuentran repartidas de este modo por Britania (Reino Unido) o Germania (Alemania).
Jos¨¦ Remesal tiene todav¨ªa unos a?os de trabajo por delante en Testaccio en un proyecto de la Real Academia de la Historia. Mientras analiza el papel econ¨®mico del aceite en el mundo romano aprende tambi¨¦n sobre la situaci¨®n del olivar en la actualidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.