Un desconocido asesina de madrugada a una joven en una calle de Gr¨¤cia tras intentar violarla
El apacible y tranquilo barrio de Gr¨¤cia de Barcelona se despert¨® ayer conmocionado por el asesinato de ?ngeles C. C., una joven argentina de 21 a?os estudiante de segundo curso de Sociolog¨ªa en la Universidad de Barcelona, durante la fr¨ªa y ventosa madrugada el pasado viernes. Alrededor de las 2.40 horas, un hombre no muy alto ni muy corpulento y abrigado con un chaquet¨®n oscuro asest¨® a la joven ocho pu?aladas tras intentar violarla. La mujer, que viv¨ªa en el mismo barrio de Gr¨¤cia, en casa de unos familiares, fue trasladada por una ambulancia del 061 al cercano hospital de Sant Pau, donde falleci¨® nada m¨¢s ingresar.
Un vecino de la calle del Rob¨ª, una v¨ªa urbana de unos 100 metros situada detr¨¢s de la sobria y tranquila plaza de la Virreina, oy¨® de madrugada los gritos de socorro de la joven, que era agredida frente al n¨²mero 22 de la misma calle. Cuando el sobrecogido vecino abri¨® su ventana y se asom¨® a la desapacible noche, el presunto agresor se estaba dando a la fuga de forma apresurada. Este mismo vecino -u otro- telefone¨® a los servicios m¨¦dicos del 061, al 091 y a la Guardia Urbana para avisar de lo que suced¨ªa justo bajo su casa. Inmediatamente llegaron al lugar de los hechos una ambulancia y sendas patrullas de la Guardia Urbana y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.Ensa?amiento
Los servicios de asistencia y los polic¨ªas encontraron a la joven ?ngeles, una morena de complexi¨®n fuerte y de cabello rizado, tendida en el suelo con cinco pu?aladas en la espalda, dos en el pecho y una en el abdomen, estas ¨²ltimas mortales. La mujer ten¨ªa los pantalones bajados, lo que abona la primera tesis policial de que el m¨®vil de la agresi¨®n fue claramente sexual. No obstante, el ensa?amiento que suponen las ocho pu?aladas que el agresor propin¨® a su v¨ªctima podr¨ªa significar tambi¨¦n que el desencadenante del asesinato fue otro y, sobre todo, indicar¨ªa que el autor de las pu?aladas o es un s¨¢dico o no era un desconocido para su v¨ªctima.
Muy cerca del portal frente al cual la joven cay¨® herida, en una papelera situada apenas a cien metros del lugar de los hechos, en el cruce de la calle Verdi con la de Ast¨²ries, la polic¨ªa encontr¨® un arma blanca, un cuchillo ensangrentado, con el que con toda seguridad se cometi¨® el mortal apu?alamiento. Ello tambi¨¦n podr¨ªa sustentar la teor¨ªa de que el agresor no era un fr¨ªo y experto violador, que dif¨ªcilmente cometer¨ªa el error de desprenderse del arma del crimen en las cercan¨ªas de su escenario, sino una persona anonadada a quien la acci¨®n que acababa de cometer le imped¨ªa reflexionar y encontrar soluciones m¨¢s inteligentes para hacer desaparecer una prueba del crimen tan importante.
Supuestamente el agresor rob¨® a la v¨ªctima el bolso y sus objetos personales, por lo que la joven no llevaba encima ning¨²n documento cuando fue encontrada herida por las asistencias. Por ello no pudo ser identificada por la polic¨ªa hasta media tarde. En la ambulancia, la joven s¨®lo tuvo fuerzas para, con un ¨²ltimo hilo de voz, decirles a los socorristas que la atend¨ªan que se llamaba ?ngeles.
El Grupo de Homicidios de la Jefatura de Polic¨ªa de Barcelona se ha hecho cargo del caso. Ahora empieza una lenta, paciente y meticulosa labor de investigaci¨®n policial pura para los especialistas en homicidios y la Polic¨ªa Cient¨ªfica.
Los indicios y las pruebas recogidas en la inspecci¨®n ocular del lugar donde se produjeron los hechos, sumados a las pruebas que arroje la autopsia, servir¨¢n en un principio para acotar m¨¢s el terreno de la investigaci¨®n, empezar a descartar sospechosos y centrar objetivos para estrechar el c¨ªrculo sobre el posible autor del asesinato de la joven argentina. Como siempre en estos casos, los agentes de Homicidios, dirigidos por el inspector Jos¨¦ Jacinto P., han comenzado sus pesquisas en el c¨ªrculo de amistades de la joven. As¨ª explican los manuales que hay que hacerlo. Paralelamente, los polic¨ªas -tambi¨¦n lo ense?an los manuales- han echado mano de sus archivos intentando encontrar en sus fichas a alg¨²n violador cuyo retrato robot, confeccionado a partir de los pocos datos que por ahora se tienen, responda a alguna de las personas confesas o convictas de delitos de abusos sexuales.
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