Tres amigos
Me ha tra¨ªdo muchos recuerdos la exposici¨®n que en estos d¨ªas se dedica en la galer¨ªa Fauna"s, de la calle de Montalb¨¢n, a tres grandes pintores de nuestra ¨¦poca. D¨ªaz Caneja, Quir¨®s y Grand¨ªo estaban unidos entre s¨ª por la pintura, en sus distintos modos de vivir apasionadamente el arte. Y estaban unidos por la amistad.A Caneja, soberbio int¨¦rprete del paisaje de Castilla, no le trat¨¦. Era amigo ¨ªntimo de mi amigo Juan Benet y ya s¨®lo esto, aparte de mi admiraci¨®n por su pintura, me hac¨ªa estimarle como persona. Fui contertulio de Antonio Quir¨®s y de Constantino Grand¨ªo en el Gij¨®n. Antonio aparec¨ªa de cuando en cuando por los divanes rojos del querido caf¨¦. Tino era un gijon¨¦s asiduo y fiel. Digo gijon¨¦s, aunque hubiera nacido en Galicia, porque as¨ª se llamaba a los m¨¢s constantes contertulios del centenario caf¨¦ del paseo de Recoletos.
Quir¨®s, c¨¢ntabro del Valle del Pas, donde no pocos creen que se fund¨® el mundo, ten¨ªa un aire como de rey antiguo, algo malhumorado por el comportamiento de sus contempor¨¢neos. Pod¨ªa haber dicho muy bien aquello de "Antes que Dios fuera Dios, y los pe?ascos, pe?ascos, los Quir¨®s eran Quir¨®s, y los Velascos, Velascos". Hab¨ªa combatido contra los alemanes en la Resistencia con rango de jefe. Me cont¨® que, en una ocasi¨®n, hab¨ªa robado un tren con el que cruz¨® Francia.
Tino Grand¨ªo trajo a Madrid la elegante prestancia, y tambi¨¦n la retranca, de su aldea gallega. "Cuando alguien te diga que es pintor", me dijo un d¨ªa, "p¨ªdele que pinte el pecho de una perdiz. Entonces sabr¨¢s si lo es o no". Pocas paletas ha habido tan matizadas como la suya. Tino ten¨ªa una concepci¨®n ir¨®nica de la vida. Contaban que un d¨ªa que se declar¨® a una chica y ella le dijo que era virgen, ¨¦l se arrodill¨® en el suelo y le rez¨® un avemar¨ªa. Quir¨®s y Grand¨ªo se sentaban a veces en la tertulia que ten¨ªa yo con Ux¨ªo Novoneira, inolvidable poeta y amigo; con Carlos Oroza, el ¨²ltimo bohemio, rapsoda de sus versos no escritos, y con otros. En la exposici¨®n, ahora, de Caneja, Quir¨®s y Grand¨ªo, recuerdo a los amigos y contemplo su obra perdurable.
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