El Rayo se deja el liderato en la nieve de Los Pajaritos

La estad¨ªstica dictaba empate. No s¨®lo porque en Los Pajaritos se enfrentaran dos equipos invictos, uno en su propio terreno, el Numancia, y otro como visitante, el Rayo, sino tambi¨¦n, y quiz¨¢ sobre todo, porque se trata de dos conjuntos con caracter¨ªsticas -virtudes y defectos-muy parecidas. Los defectos: la escasa construcci¨®n en el centro del campo. Las virtudes: la voluntad, la constancia, el orden. O s¨¦ase, el correr y el trabajar intensamente desde la jugada inicial hasta el pitido final. El primer tiempo hac¨ªa bueno el pron¨®stico. Pese a las diversas ocasiones -m¨¢s y m¨¢s claras por parte numantina, sobre todo en los inicios-, del marcador nadie borraba el empate a cero.En los inicios de la segunda parte, sin embargo, el partido se puso all¨ª donde quer¨ªa el Rayo. Con un gol a su favor, fruto de uno de los pocos errores de la zaga local y del oportunimo de Canabal. En todos los partidos que hab¨ªa jugado lejos de Vallecas, el Rayo consigui¨® adelantarse en el marcador. Y de todos sali¨® indemne. Se trataba ahora, por lo tanto, de mantener la seguridad defensiva y de incrementar al m¨¢ximo su arma preferida: el contraataque.

Mas, en tarde de nieve y de fr¨ªo extremo, el gol sent¨® a los jugadores numantinos cual banderilla de fuego. En los siete minutos escasos que mediaron entre el gol del Rayo y el empate, el equipo soriano acumul¨® hasta tres ocasiones muy claras, extraordinariamente resueltas por el meta Keller.

El empate puso tambi¨¦n de manifiesto que si un equipo buscaba la victoria ¨¦se era el Numancia. Baste un ejemplo: corr¨ªa el minuto 80; correspond¨ªa sacar al portero rayista; parsimonia absoluta a la hora de recoger el bal¨®n; tanta parsimonia como velocidad de Ojeda para correr, desde un extremo del campo, y colocar el bal¨®n en la l¨ªnea de saque. Tras el patad¨®n del portero, el bal¨®n llegaba a Morales, al borde del ¨¢rea, y su gran disparo se introduc¨ªa cerca de la escuadra.

Treinta segundo llevaba Morales en el c¨¦sped y su presentaci¨®n no pudo resultar m¨¢s espectacular. A partir de ah¨ª, la mayor voluntad, la mayor constancia y el mayor deseo de victoria estuvieron, sin duda, de parte numantina. Y como bien reza el marcador, tambi¨¦n la calidad en el remate.

Se quebr¨® la estad¨ªstica. Y lo hizo a favor de quien m¨¢s esfuerzo, deseo y calidad puso para ello en una tarde en la que el buen juego y los goles trocaron en las gradas el intenso fr¨ªo por un no menos intenso calor.