Goles del Depor para la fiesta gallega
Los coru?eses derrotan al Sevilla (5-2) y alcanzan el liderato
En contra de su costumbre, el Deportivo no fall¨® en el momento de otear el liderato y cerr¨® una hist¨®rica jornada para el f¨²tbol gallego, que encaram¨® a sus dos principales representantes al podio de la clasificaci¨®n. Fue un partido extra?o, muy mal jugado por el Deportivo en la primera media hora, y que acab¨® con una atolondrada sucesi¨®n de goles, penaltis y expulsiones, y con un jugador de campo, Flavio, defendiendo la meta del conjunto local. Cuando el horizonte se torn¨® m¨¢s confuso para el Deportivo, el conjunto de Javier Irureta sac¨® provecho de su contundencia y del talento de Djalminha, quien al fin parece haberse enterado de que el f¨²tbol es un juego colectivo.El Deportivo resulta un equipo de reacciones muy previsibles, que parece sentirse m¨¢s c¨®modo en situaciones de te¨®rica inferioridad. Contra los grandes, siempre exhibe su mejor versi¨®n, del mismo modo que se empantana irremediablemente ante los rivales de medio pelo que llegan a Riazor con el prop¨®sito principal de cerrar el paso al adversario. En esos partidos de apariencia menor, el Deportivo no puede contragolpear, su recurso predilecto, y se dedica a la especulaci¨®n. Pasea un aire meditabundo y se acomoda a la espera de que el simple paso del tiempo ponga de manifiesto la distancia que le separa de su contrincante. Cuando surge esa clase de ocasiones -y en casa, suele ocurrir bastante a lo largo del campeonato- el Deportivo s¨®lo abandona su modorra si se le presenta alguna adversidad.
DEPORTIVO 5
SEVILLA 2Deportivo: Songo"o; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Flavio, Mauro Silva; V¨ªctor (Fernando m. 30), Djalminha (Fran m. 81), Turu Flores (Jaime m. 65); y Pauleta. Sevilla: Valencia; Corona, Prieto, Marchena, Nando; Alfredo (Otero m. 48), Francisco, Quevedo, Jesuli; Moya ( Tsartas m. 65); y Zalayeta (Juan Carlos m. 70). Goles: 0-1. M. 35. Francisco mete un globo desde la frontal del ¨¢rea y Moya se anticipa a la defensa. 1-1. M. 37. Djalminha, de falta directa. 2-1. M. 39. Centro de Manuel Pablo que controla Turu Flores con el pecho y la pelota le cae a Pauleta quien ultima a Valencia. 3-1. M. 67. Djalminha, de frente al ¨¢rea, mete con el exterior del pie hacia la izquierda, por donde aparece Romero y bate a Valencia. 4-1. M. 80. Centro de Fernando que remata Pauleta. 4-2. M. 85. Tsartas, de penalti. 5-2. M. 90. Pauleta, de penalti. ?rbitro: Andradas Asurmendi. Expuls¨® a Songo"o (m. 84) y amonest¨® a Naybet, Flavio, Nando, Romero y Corona. Unos 20.000 espectadores en Riazor.
Anoche, con el liderato en juego, el Deportivo volvi¨® donde suele. Tuvo media hora irritante, en la que s¨®lo tir¨® a puerta una vez, mientras el Sevilla, con buen orden pero muy escaso de f¨²tbol, dilapidaba un discutido penalti. El Sevilla no met¨ªa miedo a nadie, entre otras razones porque su t¨¦cnico, Marcos Alonso, perpetr¨® una de esas arbitrariedades a las que tan propensos son los caballeros del banquillo: dej¨® a Tsartas fuera del equipo. Pero tan holgaz¨¢n estaba el Deportivo que el Sevilla, tras fallar el penalti, logr¨® ponerse por delante sin hacer otra cosa que mantener la atenci¨®n.
El Deportivo demostr¨® entonces que se comporta como el perro de Paulov: s¨®lo responde cuando le brindan un est¨ªmulo. La reacci¨®n gallega fue tan fulminante que en dos minutos dio la vuelta al choque. Porque este Deportivo gris pero eficaz atesora una temible pegada, que le permite salir en un santiam¨¦n de las situaciones m¨¢s comprometidas y sacar un enorme partido tanto de faltas y saques de esquina como de los confusos lances dentro del ¨¢rea. El primer gol lleg¨® gracias a una magistral rosca de Djalminha en un golpe franco. El segundo respondi¨® a la otra modalidad, la del barullo en el ¨¢rea, resuelto finalmente por Pauleta.
El partido volvi¨® a languidecer hasta que, mediada la segunda parte, a Djalminha se le encendieron otra vez las luces: con un pase colosal -lo golpe¨® con el exterior del pie y mirando para el lado contrario adonde iba dirigido- facilit¨® a Romero el tercer gol. Luego lleg¨® el cuarto de Pauleta, tras un excelente centro de Fernando, y Riazor ya viv¨ªa la fiesta del liderato, que subi¨® de tono cuando Irureta relev¨® a Djalminha, el hombre que desequilibr¨® el partido, y puso en su lugar a Fran, ausente tras una lesi¨®n de medio a?o. Pero el choque, en otro ataque de rareza, se volvi¨® majara de repente.
Quedaban cinco minutos cuando Otero encar¨® a Songo"o y el portero local lo derrib¨®: penalti y expulsi¨®n. Tsartas -Marcos, como suele ser habitual en estos casos, se acord¨® de ¨¦l cuando no hab¨ªa ya nada que hacer- transform¨® el lanzamiento con Flavio Concei?ao bajo los palos, porque el Deportivo ya hab¨ªa hecho todos los cambios. Parec¨ªa muy poco tiempo para que el Sevilla, noqueado desde el tercer gol, intentara la haza?a, pero la presencia de un portero accidental introduc¨ªa un elemento de incertidumbre. El Sevilla no s¨®lo fue incapaz de probar a Flavio una sola vez, sino que cometi¨® un m¨¢s que discutible penalti que transform¨® Pauleta en su tercer gol de la noche. Fue la extra?a culminaci¨®n de un partido an¨®malo, con fases insufribles y momentos espectaculares, y que permiti¨® al Deportivo paladear de nuevo el dulce sabor del liderato. ?Volver¨¢n los viejos tiempos?
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