"?Que venga Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez!"
El grito de socorro -"?que venga Garc¨ªa M¨¢rquez!"- es de un constituyente y delata, sin duda, su desesparaci¨®n ante la redacci¨®n florida y no siempre afortunada de algunos art¨ªculos: "Los j¨®venes y las j¨®venes constituyen el capital humano y estrat¨¦gico de la naci¨®n", o peor a¨²n: "Las ancianas y los ancianos son el testimonio y la memoria hist¨®rica del pa¨ªs".Pese a todo, el presidente Hugo Ch¨¢vez sostiene que esta Constituci¨®n, inspirada en su visi¨®n de Venezuela, "ser¨¢ un modelo para el mundo".
Hay aspectos singulares: el nombre del pa¨ªs es tal vez uno de ellos; Venezuela pasar¨¢ a denominarse Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela. Pero hay otros con trascendencia pol¨ªtica, por ejemplo: el presidente dispondr¨¢ de un periodo de seis a?os y derecho a una reelecci¨®n; las elecciones ser¨¢n a una vuelta y por mayor¨ªa simple; el voto de los ciudadanos es obligatorio y los militares consiguen, por primera vez, el derecho (y el deber) al sufragio; el vicepresidente ser¨¢ designado a dedo por el presidente; el jefe del Estado es el que decide los ascensos militares (antes, en La Moribunda, eran patrimonio del Parlamento); el presidente tiene la facultad de disolver al legislativo...
La nueva Constituci¨®n, El Muchachito, recoge 114 derechos y 12 deberes, entre ellos destacan, tres por su pecularidad: "Los venezolanos tienen el deber de honrar y defender a la patria, a sus s¨ªmbolos y valores culturales y resguardar y proteger los intereses de la naci¨®n". O: "Todos tienen el deber de respetar a la familia". O tambi¨¦n: "Todos tienen el deber de cuidar, conservar o mejorar su salud".
Faltan fondos, sobra texto
La Carta Magna consagra el derecho a la propiedad privada, pero a la vez se coloca el Banco Central bajo el control del Parlamento, al igual que los gastos fiscales del Gobierno y se anuncia la nulidad de los contratos financieros internacionales lesivos, lo que, a juicio de los analistas, abre un periodo de incertidumbre entre los posibles inversores internacionales, o aquellos que ya tienen intereses en el pa¨ªs.Los propios defensores del texto, sobre todo los militares pr¨®ximos a Ch¨¢vez, los que le acompa?aron en su fallida aventura golpista contra Carlos Andr¨¦s P¨¦rez el 4 de febrero de 1992, reconocen hoy que ¨¦ste es un texto de imposible cumplimiento: faltan fondos y sobran art¨ªculos, informa Son varios los analistas de la prensa caraque?a que sostienen que la nueva Constituci¨®n es como una gran caja en la que se han arrojado todas las promesas populistas del chavismo. El problema ser¨¢, dicen, cuando el pueblo que espera milagros de la nueva ley caiga en el des¨¢nimo. El mismo Ch¨¢vez lo dijo en Cuba la semana pasada: "Venezuela es una bomba" de relojer¨ªa.
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