Madrid aprueba abrir salas para la toma controlada de hero¨ªna
Madrid ser¨¢ la primera comunidad aut¨®noma que ponga en marcha salas de venopunci¨®n, es decir, recintos donde los toxic¨®manos m¨¢s desarraigados puedan consumir drogas en condiciones sanitarias dignas y no en descampados o alcantarillas. El consejo rector de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, formado por instituciones y ONG, acept¨® ayer el proyecto de narcosalas elaborado por los t¨¦cnicos auton¨®micos.Ahora s¨®lo falta que el Gobierno regional del PP d¨¦ el pistoletazo de salida a este proyecto que ¨¦l mismo ha elaborado con el apoyo parlamentario del PSOE e IU, que introdujeron algunos cambios en el plan inicial.Lo que a¨²n no est¨¢ claro es la posici¨®n que adoptar¨¢ el Ayuntamiento de Madrid, tambi¨¦n del PP, sobre estas unidades de venopunci¨®n hacia las que ha mostrado ciertas reticencias.
Al consejo de la Agencia de ayer no asistieron los representantes municipales. Las ediles de Seguridad, Mar¨ªa Tard¨®n, y de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, aseguran que "no fueron invitadas", seg¨²n Europa Press. El gerente de la Agencia, Jos¨¦ Cabrera, replica que si el consistorio no acudi¨® es "porque, tras las elecciones de junio, todav¨ªa no han nombrado a su representante en el consejo, no porque no se les avisase". El Ayuntamiento adoptar¨¢ una postura definitiva en su comisi¨®n sobre drogas de la pr¨®xima semana.
Doce horas diarias
La primera narcosala se instalar¨¢, en el primer trimestre del 2000, en el poblado marginal vallecano de Las Barranquillas, un punto caliente de venta de droga del extrarradio madrile?o. Abrir¨¢ 12 horas todos los d¨ªas de la semana y estar¨¢ atendida por m¨¦dicos, enfermeros y un trabajador social. El local dispondr¨¢ de una furgoneta adaptada por si es necesario un traslado de urgencia por sobredosis.Los drogodependientes que acudan a este recinto recibir¨¢n todo el material necesario para consumir las drogas sin riesgo de contagios (jeringuillas, agua destilada, desinfectantes). Adem¨¢s, los sanitarios les indicar¨¢n c¨®mo inyectarse las dosis sin sufrir hemorragias o abcesos.
En el local se realizar¨¢n tambi¨¦n an¨¢lisis inmediatos y voluntarios de la calidad de las sustancias que lleven los usuarios. Con ellos se conocer¨¢n las principales drogas y sustancias adulterantes que hay en las papelinas, pero no en qu¨¦ porcentaje est¨¢ presente cada una de ellas porque eso requerir¨ªa un estudio m¨¢s dilatado.
Las narcosalas, que ya existen en Holanda y Suiza, pretenden acercar a los toxic¨®manos sin hogar y con numerosos intentos fracasados de desintoxicaci¨®n a la red social y sanitaria.
La unidad de venopunci¨®n de Las Barranquillas costar¨¢ 70 millones de pesetas al a?o, que aportar¨¢n la Agencia y el Plan Nacional sobre Drogas de Interior. La Agencia tambi¨¦n prev¨¦ abrir una narcosala m¨®vil, pero no hay plazos para su puesta en marcha.
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