Medio ambiente

Soy un asiduo lector de EL PA?S y me tienen ustedes confuso, no s¨¦ si el medio ambiente, y por extensi¨®n el desarrollo sostenible, en mi pa¨ªs es un reflejo de "el pa¨ªs" o viceversa. Su peri¨®dico en materia de medio ambiente ha entrado en los ¨²ltimos a?os en un proceso inexorable de erosi¨®n progresiva, y ya en fase de desertizaci¨®n (s¨¢lvese el verde oasis de la columna de mi admirado Joaqu¨ªn Ara¨²jo y las cuidadas reforestaciones a cargo de Inmaculada Mardones), ya que al mismo tiempo lo han hormigonado concienzudamente con la publicidad, que supongo m¨¢s rentable, como es la de la industria del autom¨®vil (v¨¦ase cualquier edici¨®n).Algunos ejemplos extra¨ªdos de mi cosecha personal: en junio present¨¦ en Madrid un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, El medio ambiente en la Uni¨®n Europea en el umbral del siglo XXI, que est¨¢ revolucionando la pol¨ªtica ambiental comunitaria y siendo la piedra de toque para un cambio de futuro hacia un desarrollo sostenible y tema central en la pr¨®xima cumbre europea de Helsinki; la amplia cobertura de prensa en otros medios no dio de s¨ª en EL PA?S m¨¢s que para una nota de agencias.

Y finalmente, y es el caso que me mueve a enviar este escrito, el pasado lunes d¨ªa 8 de noviembre present¨¦ en Barcelona, ciudad mediterr¨¢nea donde las haya, un informe (diagn¨®stico preliminar) de la Agencia, realizado con el Plan de Acci¨®n del Mediterr¨¢neo (PAM) de Naciones Unidas, sobre el mar y la costa mediterr¨¢neos, de inter¨¦s para reorientar el mal rollo de la costa espa?ola y convertir el desastre anunciado en un proyecto de futuro; otra vez se ha distinguido EL PA?S con una nota de agencias y s¨®lo en la edici¨®n de Barcelona.

Al mismo tiempo acaban de dar como mala noticia la desaceleraci¨®n de la venta de autom¨®viles de Espa?a en octubre y sobre todo de los invasores todoterrenos (?albricias, por fin!), cuando en septiembre dieron la esperanzadora cifra r¨¦cord de las ventas del tercer trimestre y previsiones del 99: 1,4 millones de unidades, con notable incremento sobre el a?o r¨¦cord del 98. ?Todo un notici¨®n ambiental y para la reducci¨®n de gases de efecto invernadero!, en lo que tan ineficazmente est¨¢ actuando Espa?a. Y a todo esto, adem¨¢s, Espa?a inmersa en una epidemia de accidentes en carretera que nadie dice explicarse.

?A qu¨¦ juegan, se?or director de EL PA?S? A la desinformaci¨®n o ninguneo ambiental... ?O es cuesti¨®n simplemente de ignorancia superable? D¨ªgame, por favor, que es esto ¨²ltimo, o conv¨¦nzame, por favor, de que estoy equivocado, que sufro una insolaci¨®n de egocentrismo en mi traves¨ªa en el desierto ambiental de "el pa¨ªs"... Y no olvide que ahora lo que est¨¢ en juego no es el ranking ambiental de un pa¨ªs, sino su posicionamiento en la revoluci¨®n en curso, de transformaci¨®n de pol¨ªticas, mercados, sistemas productivos y de consumo... hacia un desarrollo m¨¢s sostenible; no s¨®lo puede ser la primera revoluci¨®n de ¨¢mbito mundial (si adem¨¢s recuperamos el esp¨ªritu de Kioto), sino adem¨¢s la tercera revoluci¨®n industrial (las dos primeras se hicieron sobre los combustibles f¨®siles, esta vez se har¨¢ abandonando su uso abusivo), que nuestro pa¨ªs, y quiz¨¢ EL PA?S, esta vez no deber¨ªa perderse.- . Director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente. .