El Pamesa quiere el r¨¦cord

El Pamesa va en serio. No se puede hablar de revelaci¨®n porque viene de lejos. Es un proyecto que comenz¨® en junio de 1995, cuando el Pamesa Valencia toc¨® fondo, baj¨® a la Liga EBA, dio un paso atr¨¢s para propulsarse mejor. Contrat¨® al t¨¦cnico Miki Vukovic -el preparador bosnio que convirti¨® al Godella en bicampe¨®n femenino de Europa-, y empez¨® a planificar: un pu?ado de buenos jugadores nacionales, un par de extranjeros de calidad... As¨ª hasta que llegaron los ¨¦xitos: al tercer a?o, la Copa del Rey; al cuarto, la final perdida de la Copa Saporta; y al quinto, el liderazgo de la Liga ACB desde el primer d¨ªa hasta no se sabe cu¨¢ndo. Tras 12 victorias en la Liga y ocho en la Copa Saporta, el equipo valenciano visita hoy al Adecco Estudiantes (12.15, auton¨®micas, menos TV-3) con el deseo de igualar el r¨¦cord de victorias del Madrid desde que se constituyera la ACB: 21 triunfos en la campa?a 1987/88 entre Liga, Copa del Rey y Copa Korac. Para el Pamesa lo del r¨¦cord es una an¨¦cdota, pero una an¨¦cdota muy golosa para sus jugadores y para su afici¨®n, que ayer desplaz¨® cuatro autobuses a Madrid para ver el choque.De que el Pamesa va en serio tiene pocas dudas el ex seleccionador nacional Antonio D¨ªaz Miguel, que da al equipo valenciano como favorito para acabar primero la fase regular. Para Sergio Scariolo, t¨¦cnico del Madrid, la marcha del Pamesa no es ninguna sorpresa, y Lolo S¨¢inz, actual seleccionador, s¨®lo tiene una duda: no sabe si el grupo de Vukovic aguantar¨¢ la presi¨®n. En todo caso, he aqu¨ª algunas de las claves que explican la solidez de la marcha del Pamesa.

El bloque. Cinco a?os jugando juntos. El mismo entrenador y casi los mismos jugadores. Se conocen al dedillo. Todos los jugadores han progresado con Vukovic, que sabe exprimirlos.

La hinchada. Es una afici¨®n joven, sin apenas tradici¨®n y que surgi¨® casi de la nada el d¨ªa que el Pamesa descendi¨® a la Liga EBA. Un fen¨®meno similar se produjo cuando el Valencia CF descendi¨® a Segunda en 1986. Desde entonces, la Font de Sant Llu¨ªs es uno de los pabellones m¨¢s visitados (el club presume de tener 7.117 socios). El presupuesto, en cambio, no est¨¢ entre los cinco primeros de la Liga: 850 millones de pesetas.

El t¨¦cnico. Miki Vukovic, de 55 a?os, es un ingeniero de minas de carrera que vive el baloncesto con una pasi¨®n desmesurada. Lleva 42 a?os dedicado al baloncesto. Es un perfeccionista obsesionado en ganar, en acumular t¨ªtulos. Se le acus¨® de practicar un baloncesto tost¨®n, pero ¨¦l dice que jugaba como le conven¨ªa a sus jugadores. Esta temporada, con Tanoka en pista, el equipo es mucho m¨¢s veloz.

Rodilla y sus muchachos. Nacho Rodilla es, a sus 25 a?os, el l¨ªder indiscutible del equipo, el que se la juega en los momentos delicados, el m¨¢s yugoslavo de todos los espa?oles. El presidente del club, Juan Roig (due?o de la cadena de alimentaci¨®n Mercadona y hermano del ex presidente del Valencia Paco Roig), le ha hecho un contrato vitalicio. Rodilla lo es todo en el Pamesa, aunque su hora todav¨ªa no ha llegado en la selecci¨®n. El Pamesa, sin embargo, no vive s¨®lo de Rodilla: hay un grupo de espa?oles que toma el relevo cuando conviene (Maluenda, ?lvarez, Luengo, Albert, Alonso, ...).

Tanoka Beard. El pivot rechazado por el Real Madrid ha ca¨ªdo como agua de mayo en el Pamesa. Necesitaba el equipo valenciano kilos bajo tablero y aqu¨ª est¨¢n. "A la base que tenemos, le a?adimos cada a?o unas gotas de calidad. Este a?o han sido Tanoka y Markovic", explica Fernando Jim¨¦nez, director general del club. Eso s¨ª, Vukovic deber¨¢ atar en corto al norteamericano, muy proclive a encender fuegos en los vestuarios (la semana pasada tuvo una pelea con un compa?ero y se march¨® del entrenamiento. Luego Vukovic lo convenci¨® para que volviera y pidiera perd¨®n. Nadie puede romper la armon¨ªa del vestuario. Es una de las leyes sagradas de Vukovic).

Sin lesiones. Para el legendario Epi, actual comentarista de Canal +, ¨¦sta es otra de las claves: la ausencia de lesiones. Las lesiones controlables -las sobrecargas musculares- han sido controladas, y en cuanto a las incontrolables, no han aparecido hasta el momento.