Los gestores del Hospital General intentan que la Universidad Internacional se convierta en socio

VIENE DE LA P?GINA 1 Medios de este grupo, as¨ª como representantes diversos de otras compa?¨ªas que suministran al Hospital General de Catalu?a, han se?alado que siguen con inter¨¦s la quiebra del hospital y que desconoc¨ªan la intenci¨®n del Consejo de Administraci¨®n de la empresa hospitalaria de instar la intervenci¨®n judicial por la v¨ªa concursal.

Ninguno de los encuestados, de entre las empresas suministradoras, aventur¨® lo que podr¨ªa ocurrir en las pr¨®ximas semanas pero, en cambio, todos coincidieron en que, sin conocer exactamente los t¨¦rminos del proceso concursal y su posici¨®n en el convenio de acreedores correspondiente, no pueden asegurar la continuidad en la prestaci¨®n del suministro de material necesario para el funcionamiento del hospital.

Otra de las grandes inc¨®gnitas abiertas tras la quiebra del HGC es la posici¨®n en que quedar¨¢n los grupos potenciales de compradores del hospital con los que el equipo de Pere Narbona ha venido negociando en los ¨²ltimos meses a fin de asegurar su futuro financiero. El proyecto m¨¢s claro de cuantos ha barajado Narbona es el intento de dar cabida en el capital de la empresa hospitalaria a la Universidad Internacional de Catalu?a (UIC).

Baja utilizaci¨®n

En la actualidad, la UIC ocupa una superficie de unos 5.000 metros cuadrados en el solar donde est¨¢ situado el hospital -junto a la B-30 y muy cerca de la estaci¨®n de ferrocarriles de Sant Cugat del Vall¨¦s- en los que imparte clases de odontolog¨ªa y enfermer¨ªa a 650 alumnos. El sector sanitario en general y sobre todo los equipos cl¨ªnicos de las c¨¢tedras de esta Universidad y de otras, como la Facultad de Medicina de la Aut¨®noma, consideran que la UIC ser¨ªa un buen socio para el hospital porque le permitir¨ªa aumentar su actividad.

En este momento el HGC cuenta con 250 camas disponibles, cuando el m¨ªnimo de ocupaci¨®n para equilibrar la cuenta de explotaci¨®n ser¨ªa de 350 camas, cifra que a¨²n sigue siendo bastante baja si se tiene en cuenta que el hospital fue construido con una capacidad de 700 camas.

La enorme masa deudora que arrastra el HGC ha conducido a los gestores del hospital a realizar piruetas de forma casi diaria sobre una cuenta de resultados que siempre ha estado en n¨²meros rojos. As¨ª, en 1998 el HGC arroj¨® un d¨¦ficit de 600 millones de pesetas, su cash flow fue negativo por valor de 450 millones y el resultado final antes de impuestos sum¨® 1.200 millones de p¨¦rdidas. Para restablecer el equilibrio patrimonial de la entidad, la empresa gestora Hospital General de Catalu?a, SA, redujo en marzo de 1998 su capital de 1.800 millones a 500 millones.

Aquella operaci¨®n acorde¨®n, en la que los 76.000 socios vieron c¨®mo se licuaba el valor de sus participaciones y en consecuencia sufrieron una p¨¦rdida irreparable de sus derechos adquiridos en cuanto a prestaciones hospitalarias, fue la ¨²ltima pirueta contable que hab¨ªa proporcionado la suspensi¨®n de pagos sufrida por el grupo entre los a?os 1993 y 1996.

Ahora la quiebra puede suponer todav¨ªa una p¨¦rdida mayor para los asociados y, por supuesto, un rev¨¦s patrimonial mucho m¨¢s duro para el centro hospitalario. Narbona comunic¨® oficialmente que hab¨ªa instado quiebra en una rueda informativa en la que los medios no recibieron ni informes contables, ni auditor¨ªas externas, ni las cuentas debidamente auditadas del ¨²ltimo a?o.

Sin embargo, el informe de auditor¨ªa de 1998 formula varias salvedades de importes muy abultados y los auditores se abstienen de expresar opini¨®n alguna sobre los estados contables, algo que t¨¦cnicamente significa que no est¨¢n en condiciones de asegurar que con la informaci¨®n que tienen puedan presentar una opini¨®n con garant¨ªas.

En una de las salvedades, dice el mismo informe de la auditor¨ªa depositado en el registro Mercantil de Barcelona, se observa que la sociedad tiene un fondo de maniobra negativo de 6.300 millones de pesetas y, adem¨¢s, que las p¨¦rdidas de ejercicios anteriores deber¨ªan incrementarse en otros 5.730 millones de pesetas si se hubieran utilizado criterios contables adecuados.