Contra la gotera arqueol¨®gica

Un grupo de operarios trabaja cuidadosamente en la cubierta de uno de los edificios de mayor y mejor porte de Madrid. Es el Museo Arqueol¨®gico Nacional, situado en la calle de Serrano, entre las de Jorge Juan y Villanueva. Sus vigas desnudas se exhiben al aire en sus cruj¨ªas, no lejos de la plaza del Descubrimiento, presidida en piedra por el almirante de Castilla Crist¨®bal Col¨®n. Pronto, el techado del museo ser¨¢ remozado para decir definitivamente adi¨®s a las goteras. La reparaci¨®n anuncia buena noticia: tras muchos a?os de espera, al Museo Arqueol¨®gico, el m¨¢s importante de Espa?a, le ha llegado por fin su oportunidad.Creado en 1867, en sus cinco plantas trabajan hoy unas 250 personas, entre arque¨®logos de plantilla, funcionarios, contratados del Inem y becarios. El Museo cuenta con 1,2 millones de fondos, de los cuales expone ahora uno de cada 10. Su biblioteca guarda 100.000 vol¨²menes.

Lenta, pero rotundamente, el museo se ha ido incorporando a la vida cultural de Madrid con una oferta cada d¨ªa m¨¢s rica de exposiciones temporales, actos y cert¨¢menes. Para poder desarrollar este impulso -exigido en su d¨ªa por el arque¨®logo y acad¨¦mico Mart¨ªn Almagro Gorbea, su anterior director, al que, presumiblemente, su apremio por desplegarlo le cost¨® el cargo- acaba de comenzar la primera fase de la rehabilitaci¨®n integral de las instalaciones del museo, en el tercio del soberbio edificio que comparte con la Biblioteca Nacional.

"Se ha destinado una partida de 325 millones de pesetas para sellar la cubierta y las bajantes; una vez reparadas, se ganar¨¢n 2.000 metros cuadrados de bajocubierta", explica con ilusi¨®n Marina Chinchilla G¨®mez, de 38 a?os, directora del Museo Arqueol¨®gico desde el pasado abril. "Est¨¢ igualmente previsto arreglar la verja perimetral que circunda el museo y que alberga en su jard¨ªn una reproducci¨®n fiel de las cuevas de Altamira", la denominada Capilla Sixtina del arte rupestre. Asimismo se racionalizar¨¢n los nuevos espacios, m¨¢s la anhelada apertura de sus salas dedicadas a la edad moderna, que albergan las magn¨ªficas porcelanas del Buen Retiro, entre otras joyas, como armaduras, vidrio, cer¨¢micas e instrumentos cient¨ªficos del tipo de astrolabios. Estas salas permanecen cerradas desde hace dos lustros.

En cuatro a?os, plazo estimado para la culminaci¨®n de las obras, el museo podr¨¢ recibir hasta un mill¨®n de visitantes al a?o, frente a los 350.000 que hasta ahora lo visitaban; 500 de ellos, investigadores de todo el mundo.

"Espa?a es una superpotencia arqueol¨®gica", asegura Marina Chinchilla, "y esta reforma lo demostrar¨¢ con creces".