Rehenes maternales
Leocadia suspiraba por un cuarto hijo desde el mismo instante en que le dijeron que no podr¨ªa tener m¨¢s. La madrugada del martes, durante unos minutos, logr¨® hacer realidad su sue?o maternal, que desde hace m¨¢s de una d¨¦cada la arrastra por un mundo irreal de crisis depresivas y tranquilizantes. Despu¨¦s de burlar los controles de seguridad del hospital maternal Virgen del Roc¨ªo, en Sevilla, Leocadia M. S., de 39 a?os, vecina de Lora del R¨ªo, casada y madre de tres adolescentes, subi¨® hasta la tercera planta, entr¨® en la habitaci¨®n 301 y se apropi¨® de un beb¨¦ -un var¨®n de dos d¨ªas- que descansaba junto a su madre. Podr¨ªa haber sido otro cualquiera: Leocadia se gui¨® exclusivamente por las flores que presid¨ªan el cuarto, a sabiendas de que estaban all¨ª para festejar un nacimiento. Actu¨® con sigilo para retirarlo de la cuna, cuyo vac¨ªo alert¨® a la madre biol¨®gica. "La o¨ª gritar por su ni?o y c¨®mo sal¨ªa corriendo la enfermera", relataba ayer Mar¨ªa Victoria S¨¢nchez, que ocupa la habitaci¨®n de enfrente. "Desde eso hasta que apareci¨® el ni?o pasaron dos minutos y poco", recuerda.
Alertados de la desaparici¨®n, el personal acordon¨® las salidas del hospital y comenz¨® la b¨²squeda. Por el hueco de la escalera, un celador localiz¨® en el s¨®tano a una mujer con un extra?o bulto bajo el abrigo. Le dijo que buscaba la salida, al tiempo que escond¨ªa el bulto junto a una columna. Con artima?as, el empleado la llev¨® junto a sus compa?eros y regres¨® al s¨®tano: el bulto respiraba. El ni?o estaba en perfecto estado, despu¨¦s de ser examinado por los m¨¦dicos, que tambi¨¦n tuvieron que atajar la crisis nerviosa de su madre. Mientras, en la calle Marqu¨¦s Luca de Tena, esperaban su hija de 14 a?os y su amigo Manuel P. C., de 34, paciente, como Leocadia, de la unidad de psiquiatr¨ªa del hospital Virgen Macarena, a bordo de un BMW, rebosante de pa?ales y efectos infantiles. Leocadia M. S. ingres¨® ayer, pasadas las 21.00, en prisi¨®n. Su compa?ero qued¨® en libertad y su hija est¨¢ con su abuela. La madre y el beb¨¦ de la historia descansan en su hogar. PASA A LA P?GINA 5
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