El Piccolo Teatro de Mil¨¢n repone "D¨ªas felices" en Girona tal como la dirigi¨® Giorgio Strehler
El director, escen¨®grafo y actor italiano Giorgio Strehler, para muchos el ¨²ltimo de los grandes maestros del teatro, falleci¨® la vigilia de Navidad de hace dos a?os, pero la instituci¨®n teatral que fund¨® hace m¨¢s de 50 a?os, el Piccolo Teatro de Mil¨¢n, contin¨²a avanzando sin perder el rumbo que marc¨® su magisterio. S¨®lo as¨ª puede comprenderse que reponga en los escenarios, 17 a?os despu¨¦s de su estreno, la obra Giorni felici (D¨ªas felices), de Samuel Beckett, siguiendo con escrupuloso esmero las indicaciones de Giorgio Strehler. A partir de hoy, la obra llega a Girona.
Los actores que Strehler dirigi¨® sobre los escenarios hablan con nostalgia de su rigurosidad, su exigencia y su necesidad vital de explicar historias al p¨²blico. S¨®lo conociendo la profunda huella que el desaparecido director dej¨® en el colectivo teatral milan¨¦s, adem¨¢s del reconocimiento mundial que suscita su trayectoria, puede comprenderse la recuperaci¨®n de la obra. Carlo Battistoni, que fue asistente de Strehler y que ahora asume la direcci¨®n, asegur¨® ayer que la "reconstrucci¨®n" que hoy podr¨¢ verse en el Teatre Municipal de Girona, en lengua italiana, es id¨¦ntica a la de Strehler. "Si hay alguna diferencia ser¨¢ culpa nuestra", apostill¨®.Los componentes del grupo no entienden estas reposiciones, que continuar¨¢n en pr¨®ximas temporadas, como una explotaci¨®n del legado del director, sino como un ejercicio de memoria hist¨®rica de unas direcciones que mantienen plena vigencia. La historia art¨ªstica del Piccolo Teatro corre paralela a los montajes de Strehler y a su idea de conciliar el teatro art¨ªstico con el gran p¨²blico. "Continuamos fieles a su programa, entendiendo el teatro como un arte, pero tambi¨¦n como un servicio p¨²blico tan importante como el tel¨¦fono o el autob¨²s", asegura Battistoni. Giulia Lazzarini, protagonista de algunos de los m¨¢s prestigiosos espect¨¢culos del colectivo, asegura que trabajar en el Piccolo implica mezclar la vida, el teatro y los sentimientos en un grupo fiel y compacto. "Con Strehler muri¨® una parte de m¨ª, desde entonces necesito esforzarme m¨¢s para encontrar la motivaci¨®n y volver a trabajar", confes¨® la actriz. El desaparecido director defini¨® a Lazzarini, una de sus actrices preferidas, de "aut¨¦ntico talento teatral". Strehler elogiaba la enorme capacidad de Lazzarini para ocultar con aparente ligereza y facilidad la enorme fatiga interior con la que se enfrentaba al acto teatral. Su interpretaci¨®n de Winnie en Giorni felici constituye una muestra de su talento. La protagonista de la obra del dramaturgo irland¨¦s es una mujer de unos 50 a?os que permanece enterrada hasta el pecho en la arena de un desierto mientras habla constantemente de s¨ª misma y de su marido, tambi¨¦n sepultado en un hoyo, aunque mucho menos locuaz. Los objetos cotidianos que va sacando de su bolso y una solitaria hormiga que cruza ante su mirada originan algunas de sus reflexiones. "Winnie simboliza la obstinaci¨®n de vivir a pesar de la desesperaci¨®n", explica Lazzarini. "Es un buen augurio que estemos representando esta obra cuando se acerca el final del milenio y la sociedad se encuentra en un momento dif¨ªcil. En ella la gente encontrar¨¢ un mensaje de voluntad para seguir adelante", asegura la actriz.
Los integrantes del Piccolo son optimistas respecto al futuro del proyecto teatral que iniciara Strehler, aunque son conscientes de que han pasado de la etapa familiar - con un teatro de 500 butacas- a la era industrial, con las consabidas dificultades de mercado para llenar tres sedes que re¨²nen 2.000 espectadores diarios.
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