La mirada rockera de Alberto Garc¨ªa Alix logra el Premio Nacional de Fotograf¨ªa
Alberto Garc¨ªa Alix (Le¨®n, 1956) logr¨® ayer el Premio Nacional de Fotograf¨ªa despu¨¦s de 20 a?os retratando bellas mujeres tatuadas, motoristas solitarios y piratas urbanos. "Llegu¨¦ a la fotograf¨ªa sin cultura, sin prejuicios, quer¨ªa mirar de cerca mi entorno, a mis amigos. Quer¨ªa acercarme a lo que me suced¨ªa", se?al¨® ayer el fot¨®grafo, en cuya mirada -e indumentaria- rockera ("pensar que hace a?os cuando iba a hacer fotos algunos se quejaban por mi pinta, ?qu¨¦ vueltas da la vida!") ha quedado plasmado el documento "y la poes¨ªa" de una ¨¦poca y de una forma de vida.
La llamada de una emisora de radio le dio ayer por la tarde la noticia a Alberto Garc¨ªa Alix del Premio Nacional de Fotograf¨ªa, otorgado por el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura y dotado con dos millones y medio de pesetas. "Pens¨¦ que era una broma. ?A m¨ª un premio?".Con su peculiar voz, canalla y dulce, de perfecto rockero solitario, Garc¨ªa Alix recuerda que su primera foto la tom¨® en 1976. "Viajaba con un amigo a Canet de Mar, a un festival de m¨²sica, all¨ª empec¨¦ con mis fotograf¨ªas". A?ade que no es un buen reportero, que nunca lleva una c¨¢mara encima ("siempre las pierdo") y que s¨®lo tiene una teor¨ªa para su trabajo, "y para mi vida: seguir dando vueltas, seguir con mi curiosidad".
"Cuando salgo a la calle no s¨¦ mirar, lo m¨ªo es el retrato", contin¨²a el fot¨®grafo. "Necesito acercarme, necesito la complicidad con el que tengo enfrente; entro en una especie de trance personal que s¨®lo ocurre en la intimidad del retrato".
El fot¨®grafo, que ha pasado un mes en una isla de Brasil ("necesitaba estar solo, concentrado en mi trabajo"), inaugurar¨¢ el 21 de diciembre su primera exposici¨®n en color en la galer¨ªa Moriarty, de Madrid, una docena de im¨¢genes realizadas entre 1979 y 1982. "Estas fotos en color tienen el mismo sello personal, la misma mirada, son pura esencia", declar¨® ayer la galerista Lola Moriarty, con la que expone con regularidad desde 1982. "Son interiores ¨ªntimos y paisajes. Garc¨ªa Alix es muy poeta, con una mirada muy peculiar y un punto de rabia en toda su forma de ver el mundo".
Conocimiento humano
"No entro en discusiones art¨ªsticas. Soy demasiado simple, o demasiado complicado, para llegar a ese punto", dice este artista, editor de la revista El canto de la Tripulaci¨®n, para quien la fotograf¨ªa le ha dado conocimiento "humano, no est¨¦tico". Desde su visi¨®n rom¨¢ntica de lo marginal ("marginales somos todos en la vida, unos de una manera y otros de otra"), Garc¨ªa Alix ha llenado sus fotograf¨ªas de personajes urbanos a los que enfrenta a "un pulso entre dos".
Garc¨ªa Alix, que ha colaborado para publicaciones como Vanity Fair, Vogue, Star, EL PA?S o Cambio 16, formar¨¢ parte de la exposici¨®n 150 a?os de fotograf¨ªa espa?ola, seleccionada por el historiador Publio L¨®pez Mond¨¦jar para el C¨ªrculo de Bellas Artes. En la actualidad, el Centro de Fotograf¨ªa de Tenerife exhibe una muestra de su obra, y se mantiene en el mercado el cat¨¢logo del montaje de PhotoEspa?a 98 que publicaron La F¨¢brica y Lun-werg, en el que se re¨²ne lo mejor de sus 20 a?os de trabajo. "La fotograf¨ªa vive a trav¨¦s de m¨ª", dice. "Mis im¨¢genes son concisas. Nunca hay un exceso. Si he de retratar a un atracador, no le pondr¨ªa una pistola en la mano. Ser¨ªa un hombre sentado en una silla. S¨®lo yo s¨¦ la verdad, lo que hay detr¨¢s".
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