Fern¨¢ndez ?lvarez define a Carlos V como un "luchador por Europa"
A Manuel Fern¨¢ndez ?lvarez se le nota que Carlos V le resulta m¨¢s simp¨¢tico que Felipe II. Tras el ¨¦xito de su ensayo sobre el llamado "rey prudente", este veterano catedr¨¢tico, que ha dedicado toda su vida a estudiar la Espa?a del siglo XVI, publica ahora Carlos V, el c¨¦sar y el hombre (Espasa), una biograf¨ªa humana y pol¨ªtica del emperador Carlos V (1500-1558), al que define como un "estadista honrado y transparente que luch¨® por una Europa unida y en paz".
Manuel Fern¨¢ndez ?lvarez est¨¢ gratamente sorprendido de la extraordinaria acogida entre los lectores de Felipe II y su tiempo, que ha vendido decenas de miles de ejemplares, y atribuye las razones de ese fen¨®meno editorial al "d¨¦ficit de ense?anza de historia en las aulas y al aluvi¨®n de informaciones sobre algunos personajes que llevan al lector a buscar obras de referencia". Pero este jovial y laborioso acad¨¦mico de la Historia se ha volcado durante medio siglo en el estudio de la Espa?a del XVI hasta el punto de que confiesa: "He convivido m¨¢s con Carlos V que ¨¦l mismo con su vida". Fern¨¢ndez ?lvarez defiende con absoluta convicci¨®n que un historiador debe ser riguroso a la vez que did¨¢ctico, y fruto de esa aspiraci¨®n es un estilo ameno que permite a cualquier persona de una cultura media leer los voluminosos ensayos sobre Felipe II o Carlos V.Frente al mutismo y al secretismo de Felipe II, el historiador pone de relieve la "honestidad, transparencia y apasionamiento" de su padre, Carlos V. "El emperador, que siempre fue conocido como Carlos V, salvo en Espa?a donde era Carlos I, mantiene una vigencia total en el mundo de hoy porque su objetivo era conseguir una Europa unida". Partidario de la negociaci¨®n y del pacto antes que de los conflictos b¨¦licos, considerado un rey soldado pero tambi¨¦n un emperador viajero y diplom¨¢tico, CarlosV recorri¨® varias veces Europa en una ¨¦poca en que cualquier desplazamiento supon¨ªa una aut¨¦ntica odisea.
"El emperador", se?ala Fern¨¢ndez ?lvarez, "invent¨® de alg¨²n modo las entrevistas en la cumbre con otros monarcas o con el Papa. En Par¨ªs, en Roma o en Londres, Carlos V busc¨® entablar amistad con otros estadistas y favorecer un clima de amistad y de entendimiento. Su biograf¨ªa est¨¢ definida por el europe¨ªsmo, y buena prueba de ello es su capacidad de hablar en franc¨¦s, en espa?ol, en italiano y en flamenco. Carlos V arengaba a las tropas imperiales o negociaba con los embajadores en varios idiomas. A diferencia, sin ir m¨¢s lejos, de Felipe II, un personaje aislado que s¨®lo dominaba el espa?ol".
Aficionado al estudio de los relojes y de los mapas, Carlos V representa muchos ideales del pr¨ªncipe renacentista, y bajo su imperio el mundo asisti¨® a decisivos avances cient¨ªficos y geogr¨¢ficos, entre los que destaca la primera navegaci¨®n alrededor del mundo, iniciada por Magallanes y culminada por Elcano. "Un suceso", subraya el historiador, "comparable a la llegada del hombre a la Luna". Pero, junto a las luces del progreso, las sombras de las guerras religiosas que salpicaron de sangre todo el siglo XVI. "La reforma de Lutero", comenta Manuel Fern¨¢ndez ?lvarez, "fue el problema que m¨¢s ocup¨® y preocup¨® al emperador. Se trataba de un litigio del que no pod¨ªa zafarse, porque se trataba de una disputa religiosa en la que el Vaticano ten¨ªa la ¨²ltima palabra. Pero al mismo tiempo la reforma protestante alumbr¨® una poderosa liga de pr¨ªncipes alemanes que mantuvieron un constante pulso de poder con Carlos V."
Nacido en Flandes y llegado a tierra espa?ola de adolescente, Carlos V y Espa?a vivieron un proceso en paralelo de enamoramiento tras un comienzo de enfrentamientos a partir de la sublevaci¨®n de los comuneros. "El emperador demostr¨® ser", aclara el historiador, "justo y pac¨ªfico al limitar la represi¨®n contra los comuneros y al exclamar que no hubiera m¨¢s sangre".
Babelia
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