El poder del tr¨ªo
En una noche ciertamente rebosante de conciertos y presentaciones, Supergrass llen¨® hasta reventar. Cierto que se benefici¨® de la presencia en bloque de sus alborotados fans ingleses residentes en Madrid, que no desaprovecharon la oportunidad para disfrutar en un local reducido a un grupo que en su pa¨ªs llena grandes auditorios. Como respaldo, sus vecinos de Medal, un simp¨¢tico quinteto que regalaba copias de un fanzine propio, Medal Pages, grato contraste con los altos precios de las camisetas de Supergrass.Aparte de introducir las patillas pobladas en el look del brit-pop, Supergrass estuvo brevemente de moda a mediados de los noventa por retomar una vibrante especialidad brit¨¢nica: las vivencias encerradas en canciones concisas, propulsadas por guitarras y embellecidas con voces efervescentes. Con sus insolentes himnos juveniles, The Who o The Kinks definieron el modelo en los a?os sesenta, potenciado al final de la d¨¦cada siguiente por The Jam o The Buzzcocks. Al modo de esos grupos -aunque el resultado se parezca m¨¢s al de los Small Faces-, ellos han aumentado su territorio con leves apuntes psicod¨¦licos, bromas de music hall, canciones desenchufadas y pasajes de teclados.
En directo, sin embargo, no hay mucho margen para las finuras del estudio, sobre todo en la proverbial lata de sardinas que era esa noche la Caracol. Comenzando con Moving, el anhelante tema que tambi¨¦n abre su disco de 1999, Supergrass, el cuarteto de Oxford alterna ¨¦xitos y novedades con tanta seguridad como contundencia, conectando felizmente con el recalentado p¨²blico. Quince canciones y una confianza tal en sus poderes que se reservan para los bises las dos piezas que posiblemente estaban en los primeros lugares de preferencia de sus seguidores: su m¨¢s reciente ¨¦xito, Pumping on your stereo, y la que dio a conocer al tr¨ªo (y facilit¨® su salto de una independiente a una multinacional), Caught by the fuzz, la autobiogr¨¢fica historia de un adolescente al que la polic¨ªa "corta el rollo" al pillarle fumando una sustancia prohibida. Las canciones de la inocencia y, tal vez, las de la experiencia.
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