Ancianos

El informe sobre la situaci¨®n de los ancianos en Espa?a con el que el defensor del pueblo, Fernando ?lvarez de Miranda, ha puesto fin a su mandato es alarmante, pero no m¨¢s que la situaci¨®n que describe. Hay 6,5 millones de espa?oles mayores de 65 a?os, el 16% de la poblaci¨®n. Los problemas detectados no son nuevos: la ley los margina en muchas de las situaciones propias de su edad y los servicios sociales que los atienden no est¨¢n muchas veces adaptados a sus necesidades sanitarias.No se trata de un informe sociol¨®gico m¨¢s, sino de una interpelaci¨®n a los poderes p¨²blicos para que cumplan sus deberes en relaci¨®n con un segmento de la poblaci¨®n cada vez m¨¢s amplio y necesitado de una atenci¨®n especializada. A juicio del Defensor, la correcta atenci¨®n de los ancianos exige no s¨®lo un mayor esfuerzo presupuestario, sino reformas legales y un cambio de actitud social. La "gerontofobia", el rechazo o el desinter¨¦s hacia los viejos, por serlo, es una actitud perceptible tanto en el ¨¢mbito privado como en el de los servicios p¨²blicos. El Defensor propone una sobreprotecci¨®n penal del anciano (una especie de agravante de vejez) que disuada a sus potenciales "expoliadores" y aleje la tentaci¨®n de discriminaci¨®n en la atenci¨®n p¨²blica.

Pero es evidente que el mayor escollo es presupuestario y ata?e, sobre todo, a ese fragmento de poblaci¨®n anciana, cada vez m¨¢s numeroso por el aumento de la esperanza de vida, que necesita ayuda para valerse por s¨ª misma o de atenci¨®n especializada fuera del ¨¢mbito de la familia. Son m¨¢s de un mill¨®n, la mayor¨ªa con m¨¢s de 80 a?os, para los que no hay suficientes plazas en residencias p¨²blicas, mientras que las privadas quedan fuera de sus posibilidades econ¨®micas o de sus familias.

La red asistencial -residencias, ayuda domiciliaria, centros de d¨ªa- queda lejos del nivel medio de los pa¨ªses de la UE. Es posible que el entorno familiar sea en Espa?a un paliativo, pero los s¨ªntomas indican que lo ser¨¢ cada vez menos. El Defensor cifra en unos 115.000 millones de pesetas anuales hasta el a?o 2006 la cantidad necesaria para superar ese desfase.