Los tenderos venden en Internet
La basura es un term¨®metro para los vendedores del Mercado Central de Valencia. "Seg¨²n las toneladas de desperdicios, sabemos si el d¨ªa ha sido bueno o no", explica Vicente Gimeno, presidente de la Asociaci¨®n de Vendedores, una organizaci¨®n surgida a principios de los a?os ochenta. Gimeno es el director de orquesta, la voz de los 360 due?os de las m¨¢s de 1.200 paradas del mercado con m¨¢s solera de la ciudad.Los esfuerzos de los ¨²ltimos a?os por convertir este espacio en un centro comercial profesional y eficiente han recibido el reconocimiento del p¨²blico. "Aqu¨ª, cada uno dirige su puesto y hace su caja, pero todos juntos facturamos al a?o unos 20.000 millones de pesetas", calcula Gimeno. Unas 15.000 personas compran cada d¨ªa, de media, en el Mercado Central, y unas 1.500 familias (entre propietarios y asalariados) viven directamente de este veterano recinto, que a¨²na tradici¨®n y negocio. No es un mercado de barrio; s¨®lo un 28% de sus clientes procede del casco hist¨®rico y otro 11% reside en el ¨¢rea metropolitana de Valencia.
Su organizaci¨®n es todo un mundo. No es f¨¢cil, reconoce su presidente, poner de acuerdo a cerca de 400 vendedores, sin embargo, la unidad frente al exterior es, probablemente, uno de sus rasgos m¨¢s sobresalientes. "Hay un cupo de actividades para que todo el mundo gane dinero y esto no se convierta en una poller¨ªa gigantesca", agrega. Existe un estudios de necesidades que marca la clientela. "Hace una d¨¦cada el tir¨®n del mercado estaba en el pabell¨®n del Pescado. Hoy ocurre al rev¨¦s. Primero est¨¢ la carne, luego las frutas y verduras y, en tercer lugar, el pescado", repasa el presidente.
La dimensi¨®n de los puestos ha variado con el paso del tiempo. Los traspasos son din¨¢micos y hay comercios que ya ocupan hasta 14 puestos -atr¨¢s queda la ¨¦poca en la que las subastas de puestos quedaba desierta ante el desinter¨¦s general-. El mercado no es ajeno a lo que acontece m¨¢s all¨¢ de sus puertas y tiende a la concentraci¨®n. El n¨²mero de propietarios se reduce y los puestos ganan en metros. Tambi¨¦n los sistemas de compra han variado. Mercavalencia es, sin duda, su centro principal de abastecimiento, pero desde hace tiempo hay vendedores que compran directamente sus fresas a Palos, o compran campos enteros de fruta. Los due?os buscan y comparan, utilizan el tel¨¦fono m¨®vil y compran all¨ª donde la relaci¨®n calidad-precio es m¨¢s competitiva.
"Ahora estamos en la cumbre de la cumbre", asegura Gimeno. Las razones son obvias. Hace tres a?os y despu¨¦s de un periodo de recesi¨®n incorporaron el servicio a domicilio porque as¨ª lo estaban haciendo conocidas grandes superficies comerciales y supermercados. Esta innovaci¨®n elev¨® la clientela en un 30%, apunta el gerente del Mercado, Alfonso Go?i. "Compras donde quieres, no llevas ni una sola bolsa encima y tres horas despu¨¦s lo tienes en casa", apunta.
Para los que no disponen de tiempo para ir al mercado, la asociaci¨®n ha creado la p¨¢gina web y el sistema de compra por Internet. Son pioneros en Espa?a. "La competencia de las grandes superficies nos hizo reaccionar", reconoce Go?i.
Tampoco es ajeno el Mercado Central a la pol¨¦mica de los horarios. Abre por la ma?ana, de lunes a s¨¢bado, salvo los viernes en que tambi¨¦n tiene abiertas sus puertas por la tarde. "Nosotros trabajamos mucho sobre la frescura de los productos y la apertura vespertina nos obligar¨ªa a cambiar la log¨ªstica. ?sta es una de las discusiones con Mercavalencia y el Ayuntamiento", cuenta Gimeno, que recuerda que esta f¨®rmula funciona ya en Barcelona, no sin problemas. "Por lo que he le¨ªdo, algunos [vendedores] han llegado incluso a las manos. Es un tema en el que hay que ir poco a poco", agrega cauteloso el presidente.
Desde 1986, los vendedores tienen un contrato por el que autogestionan el mercado, puesto que el edificio es propiedad del Ayuntamiento. Se encargan de la limpieza, la seguridad y la promoci¨®n con un presupuesto anual de alrededor de 105 millones de pesetas.
"El mercado tiene un sello especial y hay que mantenerlo", concluye el comerciante, consciente del valor cultural del recinto, escenario de pel¨ªculas, desfiles, campa?as de promoci¨®n de dietas saludables, y poder f¨¢ctico de un casco hist¨®rico en proceso de recuperaci¨®n.
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