?Con o sin?
La Uni¨®n Europea est¨¢ a punto de dar el salto hacia esa dimensi¨®n que le falta de la seguridad y la defensa. Con el revulsivo de la guerra de Kosovo como factor determinante que ha puesto a la luz las carencias europeas y su extrema dependencia militar en Estados Unidos, los pr¨®ximos viernes y s¨¢bado en Helsinki, el Consejo Europeo puede finalmente poner en marcha este proceso tras a?os de intentarlo.?Con o sin la OTAN? De momento, no hay alternativa. Con la OTAN, claro, dicen todos. Ahora bien, mientras los europeos no dispongan de capacidades suficientes, ni la europeizaci¨®n de la OTAN, ni la autonom¨ªa militar de la UE, llegar¨¢ a ser cre¨ªble. En Par¨ªs, en la reciente reuni¨®n del foro de Le Monde, EL PA?S y el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s expres¨® una duda muy razonable: ?Se hubiera creado el euro si la UE hubiera dispuesto del d¨®lar como moneda com¨²n? En el fondo, de lo que se trata es de que la UE, los europeos, pueda actuar incluso cuando EE UU no quiera o no pueda. Pero hay que partir de la realidad de la OTAN.
La Identidad Europea de Defensa, sin embargo, no se va a crear s¨®lo, ni ya principalmente, en la OTAN, sino tambi¨¦n fuera de ella, en la UE, si se superan las reticencias de algunos Estados peque?os y/o posneutrales, y el hecho de que Estados Unidos (y en parte Londres) quiera que una llave esencial, como la capacidad de planeamiento militar, se mantenga en la OTAN y no se duplique en la UE.
?Con o sin medios? La gran propuesta franco-brit¨¢nico-alemana que se espera sea aprobada en Helsinki es que la UE est¨¦ dentro de dos a tres a?os en disposici¨®n de desplegar ante una crisis en 60 d¨ªas el equivalente a un cuerpo de Ej¨¦rcito, es decir, de 50.000 a 60.000 hombres y mujeres, con el apoyo necesario para dominar el espacio a¨¦reo y naval. No es poco. Pero, proporcionalmente, esta cifra no llega a un 3% del total de los casi dos millones de soldados de que disponen los europeos. ?Para qu¨¦ sirven los otros?
El debate sobre la Europa de la defensa debe llevar a otro sobre por qu¨¦ los europeos gastan en este terreno un 60% del esfuerzo presupuestario que dedica EE UU, pero con una eficacia inferior a un 20%. Desde luego, antes de gastar m¨¢s, los europeos habr¨¢n de gastar mejor. La creaci¨®n de la franco-alemana European Aeronautic Defense and Space Company (EADS), en la que ahora ha entrado la espa?ola CASA, es un paso en la buena direcci¨®n. Muchos expertos vaticinan ahora una cooperaci¨®n con las grandes estadounidenses, y no s¨®lo una competencia. En todo caso, adem¨¢s de gastar mejor, para lograr credibilidad, la Europa de la defensa deber¨¢ gastar m¨¢s. De momento, la Alemania de Schr?der ha recortado su presupuesto de defensa en el equivalente a 1,6 billones de pesetas. Con lo que queda aparente la doble contradicci¨®n de todo este ejercicio: por una parte, los europeos quieren duros (euros) a cuatro pesetas: autonom¨ªa pero sin pagarla, pues, de momento, las opiniones p¨²blicas, bastante entusiastas del Ej¨¦rcito europeo, no siguen en materia presupuestaria; por otra, Estados Unidos quiere esa autonom¨ªa europea relativa, pero controlada, y de forma que les compren sistemas de armamentos.
Finalmente, ?con o sin pol¨ªtica? En estos momentos, el principal debate es institucional y puede esconder la falta de un verdadero acuerdo sobre los objetivos pol¨ªticos. Ya ocurri¨® en 1953-54, cuando fracas¨® el Tratado de la Comunidad Europea de Defensa (CED) y que resultaba en un monstruo: una enorme instituci¨®n europea, bajo el mando de EE UU. En Kosovo estuvo claro: mand¨® Estados Unidos. La UE es un poder colectivo, pero a¨²n no suficientemente desarrollado en este terreno de la decisi¨®n y el mando, y menos a¨²n de los objetivos pol¨ªticos. Sin embargo, lo que ha cambiado respecto a 1954, e incluso a 1997, es que el Reino Unido, Francia y Alemania, en su triple evoluci¨®n, hablan ahora de lo mismo. Y esto es lo decisivo.
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