Un millar de aves rapaces protegidas han muerto envenenadas por los cebos desde 1990
En los cotos de caza se utilizan pesticidas para evitar a los depredadores, aunque es ilegal
Un total de 961 aves rapaces de diferentes especies protegidas han muerto envenenadas en Espa?a en lo que va de d¨¦cada. Entre ellas se encuentran 53 ejemplares de ¨¢guila imperial ib¨¦rica, de la que s¨®lo quedan unas 115 parejas reproductoras, y al menos seis quebrantahuesos, cuyo censo ronda las 75 parejas. Ambas especies est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Los datos pertenecen al Programa Ant¨ªdoto, que coordina la labor de ocho organizaciones ecologistas, entre ellas WWF/Adena, contra la pr¨¢ctica ilegal de colocar cebos envenenados en los cotos de caza menor.
Este tipo de cebos, envenenados habitualmente con pesticidas agr¨ªcolas o estricnina, se emplean en los cotos para preservar a las especies cineg¨¦ticas (sobre todo perdices, pero tambi¨¦n conejos y liebres) de los predadores (zorros y urracas) que se alimentan de ellos, de sus huevos y polluelos, o de sus cr¨ªas.El envenenamiento de las aves se produce de dos formas, bien porque se comen los cebos directamente (es el caso del alimoche, que engulle todos los peque?os restos que ve); o bien porque se alimentan de animales previamente muertos por envenenamiento, lo que inicia una intoxicaci¨®n en cadena (esto le ocurre al ¨¢guila imperial). Se han encontrado 97 zorros muertos en esta d¨¦cada y 482 perros, entre dom¨¦sticos, de pastores y de caza.
La eliminaci¨®n de los zorros no es la principal preocupaci¨®n de los ecologistas. Por un lado, es una especie cineg¨¦tica, apta para la caza, y por otro, no es una especie amenazada porque cuenta con poblaciones muy grandes.
Lo que combaten los miembros del Programa Ant¨ªdoto es que en lugar de controlar la poblaci¨®n de zorros con m¨¦todos selectivos y de acuerdo con la ley, se usen cebos envenenados. De este modo, adem¨¢s de las aves rapaces, tambi¨¦n son envenenadas otros animales de supervivencia vulnerable, como tejones, gatos monteses y linces, entre otros mam¨ªferos.
Poblaci¨®n reducida
Entre las especies de aves con ejemplares envenenados, adem¨¢s del ¨¢guila imperial ib¨¦rica y el quebrantahuesos, hay dos carro?eros vulnerables, el buitre negro y el alimoche. A estas rapaces hay que a?adir una larga lista de especies protegidas, entre otras, ¨¢guila perdicera, milano real, milano negro, buitre leonado y ¨¢guila real.
Hay que destacar que algunas de estas especies han visto su poblacion mermada en los ¨²ltimos a?os. Por ejemplo, de las 1.400 parejas de alimoche que hab¨ªa en 1990, s¨®lo quedan unas 980 (un 30% menos); el ¨¢guila imperial ha pasado de contar con 150 parejas en 1994, a las 115 que hay en la actualidad; y el buitre negro, cuya recuperaci¨®n le situaba con 1.027 parejas en 1994, cuenta ahora con cerca de 950 parejas censadas. Algunas especies, como el ¨¢guila perdicera o el quebrantahuesos, suman a sus bajas por envenenamiento las que se producen por persecuci¨®n directa y disparos.
El uso de cebos envenenados, pr¨¢ctica legal y frecuente en los sesenta y los setenta, est¨¢ prohibido en Espa?a desde 1983, precisamente el a?o en que comenz¨® la recuperaci¨®n de los grandes carro?eros. Se consideraba una pr¨¢ctica abandonada, pero atendiendo a las cifras de envenenamiento parece que en la presente d¨¦cada ha vuelto con fuerza. La reaparici¨®n de esta pr¨¢ctica ilegal responde a la escasez de caza menor (motivada por el deterioro de su h¨¢bitat), la caza indiscriminada y las sucesivas enfermedades del conejo.
Carlos Cano, responsable del proyecto contra el veneno de WWF/Adena, asegura que para surtir de presas a los cazadores muchos cotos son repoblados con perdices y conejos de granja, m¨¢s vulnerables que los silvestres. "Repoblar con especies de granja no tiene nung¨²n ¨¦xito a corto plazo, porque son v¨ªctimas de una predaci¨®n m¨²ltiple", dice Cano, y a?ade "no sirve de nada repoblar si no existe un h¨¢bitat adecuado".
El intento de eliminar a los predadores se debe, seg¨²n los ecologistas, a la necesidad de proteger a las especies ¨²tiles para la caza de sus enemigos naturales: "Es una forma de aumentar el negocio, se trata de que no haya ning¨²n predador suelto, ni por el suelo, ni volando", denuncia Cano.
El c¨®digo penal de 1996 considera delito la muerte de especies protegidas. Adem¨¢s, las leyes de las comunidades aut¨®nomas protegen a las especies amenazadas prohibiendo el uso de venenos en los cotos. Multas, inhabilitaci¨®n para la caza o incluso penas de hasta seis a?os de c¨¢rcel -cuando el acusado es reincidente y la falta es muy grave- son los castigos que aguardan a quien recurre a este m¨¦todo ilegal. Sin embargo, este tipo de faltas son raramente denunciadas o sancionadas, y muchas veces quedan impunes, a lo que se une que los venenos utilizados no siempre son f¨¢ciles de detectar.
Un logro reciente ha sido la aprobaci¨®n en Castilla-La Mancha de una ley de conservaci¨®n de la naturaleza que atribuye a los titulares de los cotos la responsabilidad de impedir la colocaci¨®n de cebos envenenados en sus terrenos.
El Programa Ant¨ªdoto mantiene desde su aparici¨®n, en febrero de 1998, un acuerdo con el Seprona (servicio de protecci¨®n de la naturaleza) para intercambiar informes y datos sobre el uso de cebos envenenados. En a?o y medio de colaboraci¨®n el Seprona ha intervenido en 197 casos y ha realizado 14 detenciones.
El uso de cebos envenenados es una pr¨¢ctica habitual en ocho comunidades aut¨®nomas. Encabezan las lista de casos detectados Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha y Castilla y Le¨®n, las tres por encima del centenar de aves halladas muertas. Les siguen Comunidad Valenciana y Arag¨®n. A continuaci¨®n aparecen Baleares, Asturias y Madrid. Hay varias comunidades, como Murcia, Galicia o Canarias, donde el n¨²mero de aves encontradas envenenadas es reducido porque hay pocas fuentes de informaci¨®n.
Denuncias
Los datos de Ant¨ªdoto se basan en las informaci¨®n que reciben de su red de investigadores y colaboradores. Las denuncias de particulares son muchas veces definitivas para detectar practicas ilegales en los cotos.
Por ¨²ltimo, el Programa Ant¨ªdoto tambi¨¦n ha detectado el uso de cebos envenenados por parte de ganaderos que tratan de proteger su ganado de los ataques de lobos y zorros. En total se han encontrado 31 lobos envenenados por cebos, 17 de ellos en Asturias y el resto repartidos por el norte de Castilla y Le¨®n y el l¨ªmite de Burgos con ?lava. (Para contactar con el Programa Ant¨ªdoto, en el tel¨¦fono de Adena: 913 08 23 09)
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