"Cambios esenciales" en la situaci¨®n de los profesores

En el ¨²ltimo a?o, el estatuto jur¨ªdico econ¨®mico-administrativo de los 13.1000 profesores que ense?an religi¨®n cat¨®lica en la escuela p¨²blica ha sufrido "dos cambios esenciales", seg¨²n la Comisi¨®n Episcopal de Ense?anza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE). Se trata de la nueva relaci¨®n laboral de esos profesores con la Administraci¨®n, y de la regulaci¨®n econ¨®mica de ella. Han sido necesarias dos sentencias del Tribunal Supremo para impulsar esos cambios.Los derechos y deberes de los profesores de religi¨®n est¨¢n sujetos, seg¨²n la Iglesia, al Acuerdo entre el Estado Espa?ol y la Santa Sede sobre ense?anza y asuntos culturales, de 1979, y al convenio firmado entre la CEE y la Administraci¨®n del Estado del 26 de febrero de este a?o.

Una selecci¨®n anual

El meollo de la cuesti¨®n, y del conflicto, est¨¢ en el derecho de propuesta anual que las di¨®cesis disponen sobre cada profesor, reconocido en el art¨ªculo III del Acuerdo de 1979. Los obispos insisten en que "forma parte del ordenamiento jur¨ªdico espa?ol y es b¨¢sico y anterior al derecho que surge de la designaci¨®n del profesor para impartir la ense?anza de religi¨®n cat¨®lica". "Es la Iglesia quien puede y debe garantizar la integridad de su doctrina y la identidad cat¨®lica de sus profesores", dice la orientaci¨®n pastoral de la CEE sobre "la ense?anza religiosa escolar". Sus consecuencias no dejan lugar a dudas: "Para velar por el cumplimiento de esta misi¨®n de ense?ar en nombre de la Iglesia cat¨®lica, el Acuerdo determin¨® como instrumento la propuesta anual".

Pero ese derecho de propuesta (o de rescisi¨®n) impide una relaci¨®n laboral de car¨¢cter indefinido y, tambi¨¦n, ahora que el profesor cobra del Estado aunque lo contrate la Iglesia, el que pueda ejercer su derecho a ser funcionario p¨²blico. Y ambos derechos figuran tambi¨¦n en el ordenamiento jur¨ªdico del Estado espa?ol.

"No se puede salvaguardar un derecho conculcando otro", subraya el profesor Antonio Gonz¨¢lez P¨¦rez, que acaba de terminar una huelga de hambre en defensa de su derecho a un contrato fijo. Despu¨¦s de 10 a?os de ejercer en un instituto de M¨®stoles (Madrid), este licenciado en Teolog¨ªa y en Ciencias de la Educaci¨®n afirma que "el af¨¢n de las confesiones religiosas por controlar la ense?anza no puede convertir a los profesores en siervos temerosos de la jerarqu¨ªa".