El futbolista imperturbable

En una ¨¦poca en la que el Espanyol "transita por una cornisa", como describe Brindisi, intentando "revertir" la historia fatalista del club, agarrado a una cantera de origen mayoritariamente barcelonista, aparece un futbolista imperturbable, como si fuera un punto de equilibrio, el jugador que necesita cualquier entidad volc¨¢nica: Costantin Galca (Bucarest, 1972). Como buen rumano, parece que lo ¨²nico trascendente es la selecci¨®n. Lo dem¨¢s, la vida de club, la lleva como la mayor¨ªa de sus paisanos, o sea, a su aire, con una naturalidad sobrecogedora especialmente para quienes hacen de la defensa de la zamarra de su equipo de toda la vida una cuesti¨®n de honor.Futbolista t¨¢ctico por excelencia, ha actuado en cada momento de acuerdo con las exigencias. Fichado del Arges Pitesti, fue determinante en el Mallorca, pues marc¨® 13 goles en 34 partidos en la temporada en que el equipo rojillo alcanz¨® el ascenso (1996-1997). Rentabiliz¨® su curr¨ªculo forzando su traspaso al Espanyol de Camacho al a?o siguiente por 700 millones de pesetas, cifra r¨¦cord en la entidad blanquiazul; y ahora, justo en el curso en que acaba su contrato y expira su cl¨¢usula de 2.000 millones, ha dicho que no renovar¨¢ a cualquier precio para seguir siendo uno m¨¢s, porque dispone de varias ofertas, una de ellas muy buena del Fiorentina.

Infalible a bal¨®n parado, con un gran remate a larga distancia y de porte elegante, Galca se mueve preferentemente por la l¨ªnea de medios, aunque su capacidad para leer el partido le permite dejarse caer en cuaquier demarcaci¨®n, incluso en la de central, como ocurri¨® el pasado domingo en el Villamar¨ªn por la lesi¨®n de Pochettino, o de media punta, dada su clarividencia para armar el ¨²ltimo pase. Galca no s¨®lo se mostr¨® solvente en la organizaci¨®n defensiva, sino que marc¨® dos goles, uno de penalti y otro en un libre directo. "Ni me acuerdo de la ¨²ltima vez que met¨ª un gol de falta", confes¨®, ratificando el papel de secundario que le ha dado Brindisi, especialmente exigente con quienes entiende que regatean el sudor. Puede que Galca sea absentista, trist¨®n y muy suyo, pero nunca perdi¨® la autoestima, ni siendo suplente, as¨ª que ahora, recuperada la titularidad, aspira a sentirse protagonista, aunque sea en otro equipo. La vida le exige grandes respuestas a los nuevos retos. Galca ser¨¢ padre de trillizos en abril. Una raz¨®n de peso para replantearse su carrera.