Asesinato de Ca¨ªn
LAS AUTORIDADES de Tejas hicieron que los m¨¦dicos mantuvieran con vida a David Long durante los 25 minutos que dur¨® su traslado desde el hospital a la penitenciar¨ªa, para asegurarse de que podr¨ªan ejecutarlo. El condenado hab¨ªa intentado suicidarse la v¨ªspera, pero esas autoridades, empezando por el gobernador, George Bush jr., decidieron que deb¨ªa morir en la forma prevista por la ley: mediante inyecci¨®n letal.Es absurdo, pero toda ejecuci¨®n lo es. Esa forma de asesinato legal, la pena de muerte, est¨¢ vigente todav¨ªa en 72 pa¨ªses, y se aplica en 40. El a?o pasado hubo 1.625 ejecuciones capitales en el mundo (y 2.300 conmutaciones). La UE acord¨® presentar ante las Naciones Unidas una iniciativa por la que se insta a esos pa¨ªses a establecer una moratoria en la aplicaci¨®n de dicha pr¨¢ctica inhumana. Amnist¨ªa Internacional apoyar¨¢ la iniciativa con la recogida de 20 millones de firmas. El abolicionismo avanza en todo el mundo. Excepto en EE UU.
Desde la reimplantaci¨®n de la pena de muerte, en 1977, ha habido en ese pa¨ªs 591 ejecuciones; 500 de ellas en los ¨²ltimos 9 a?os y cerca de un centenar en 1999, cifra no alcanzada desde 1951. Que la actitud favorable a la pena capital sea un factor potencial de popularidad de los gobernantes es una muestra inocultable de degradaci¨®n moral; la misma que se manifiesta en la resistencia a las leyes restrictivas de la posesi¨®n de armas, por ejemplo. Ha habido ejecuciones de personas con facultades mentales disminuidas, de j¨®venes que eran casi ni?os cuando cometieron los cr¨ªmenes. El individualismo extremo en nombre del cual se justifican esas crueldades revela una moral enferma: la justicia no puede ser equivalente a ausencia de piedad (y mucho menos, a venganza).
Ayer se celebr¨® el D¨ªa de los Derechos Humanos. Considerar que Ca¨ªn debe morir porque mat¨® no s¨®lo supone negar lo que esa conmemoraci¨®n representa, sino desandar el camino recorrido durante milenios en favor de la civilidad: de la humanizaci¨®n de los instintos m¨¢s primitivos y crueles de nuestra especie.
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