Dos pasos atr¨¢s

EL PP contar¨¢ con CiU y tendr¨¢ que ganar el voto -probable- de Coalici¨®n Canaria para sacar adelante el nuevo texto de la Ley de Extranjer¨ªa, pero a costa de romper el consenso alcanzado entre todos los grupos en el Congreso. Los socios catalanes del Gobierno transigieron ayer, en la Comisi¨®n Constitucional del Senado, con una buena parte de las 112 enmiendas presentadas por los populares, aunque lograron modificar una treintena y forzaron la retirada de unas pocas. Si este consenso se consolida, no habr¨¢ serias dificultades para que el texto que salga del Senado sea refrendado por mayor¨ªa absoluta en el Pleno del Congreso del 23 de diciembre, ¨²ltimo de esta legislatura.Todo parece indicar, pues, que habr¨¢ una nueva Ley de Extranjer¨ªa en esta legislatura, pero lastrada por el desacuerdo final provocado por la incre¨ªble torpeza con que ha actuado el Gobierno en su tramitaci¨®n. El consenso pol¨ªtico m¨¢s amplio posible era esencial para reforzar la legitimidad y la aceptaci¨®n social de una ley tan trascendental como la denominada "de Derechos y Libertades de los Extranjeros". Pero tambi¨¦n lo era el asentimiento de las organizaciones que trabajan en el entorno de la inmigraci¨®n, que ahora se sienten burladas. Al anuncio de movilizaciones se a?ade su salida, ayer, del Foro de la Inmigraci¨®n, un organismo en el que han trabajado en los dos ¨²ltimos a?os junto con representantes del Gobierno sobre los aspectos m¨¢s controvertidos de la nueva ley.

El nuevo texto supone un retroceso evidente respecto del consensuado en el Congreso por todas las fuerzas pol¨ªticas, incluido el PP, pero no tan acusado como pretend¨ªa el Gobierno. El resultado del pacto con CiU en el Senado supone un avance respecto de la ley vigente de 1985: consolida los derechos de los inmigrantes legales y regulariza la situaci¨®n de los que puedan demostrar su estancia en Espa?a en 1998. Pero los irregulares siguen casi tan desamparados. En contra de la opini¨®n de algunos ministros, el nuevo texto mantiene el derecho de educaci¨®n a los ni?os y de asistancia sanitaria a los enfermos. Habr¨ªa resultado escandaloso lo contrario. Pero que CiU haya dado satisfacci¨®n al PP en su rechazo a cualquier mecanismo razonable de regularizaci¨®n autom¨¢tica, salvo la dif¨ªcil obtenci¨®n de un permiso de residencia temporal, supone un paso atr¨¢s importante. A los inmigrantes sin papeles, que seguir¨¢n llegando por m¨¢s que se blinden las fronteras, se les empuja a la marginalidad.