Sant Andreu ha renovado la totalidad de su eje comercial en apenas diez a?os
En el n¨²mero 116 de la calle Gran de Sant Andreu hay un moderno comercio que, no obstante, abri¨® sus puertas por primera vez en 1910. Primero fue una bodega, luego una esparter¨ªa, m¨¢s tarde una tienda de mimbre, entre otras cosas. Este caso es casi la excepci¨®n de lo que ha ocurrido en el eje comercial de Sant Andreu, que ha sufrido una total renovaci¨®n en apenas diez a?os. Tanta, que los alquileres de los locales se han cuadruplicado.
No hace muchos a?os que Gran de Sant Andreu era casi m¨¢s conocida como la carretera de Sant Andreu, lo que correspond¨ªa exactamente a lo que era: un vial de acceso a Barcelona profusamente utilizado por los veh¨ªculos. Tanto, que los peatones ve¨ªan reducido su espacio vital, las aceras, a una anchura inferior al metro. En esas condiciones, el comercio en la zona era escaso, la mayor parte de los establecimientos eran antiguos y, en algunos casos, hasta decadentes. Muchos de ellos fueron cerrando sus puertas, especialmente durante la crisis que sacudi¨® al sector en la d¨¦cada de los ochenta.Diez a?os desp¨²es, el eje comercial de Sant Andreu est¨¢ formado por algo m¨¢s de 500 establecimientos de todo tipo situados a lo largo de unos tres kil¨®metros de calle. Las principales arterias del comercio renovado son Fabra i Puig y Gran de Sant Andreu, que han visto como se disparaba el precio del alquiler de los locales. Si a finales de los ochenta alquilar un local de unos 100 metros cuadrados sal¨ªa por unas 90.000 pesetas, ahora el mismo espacio no baja de unas 330.000 pesetas. Es decir, casi se ha multiplicado por cuatro.
A finales de los ochenta, para intentar frenar el deterioro de lazona, un pu?ado de comerciantes tom¨® la iniciativa de convertirla en un eje comercial. As¨ª se lo plantearon al entonces alcalde, Pasqual Maragall. Se lleg¨® a firmar un convenio por el que ambas partes adquir¨ªan un compromiso: el Ayuntamiento se compromet¨ªa a reordenar urban¨ªsticamente el coraz¨®n del distrito -aceras m¨¢s anchas, zona azul de aparcamiento y delimitaci¨®n de zonas de carga y descarga- y los comerciantes a emprender la renovaci¨®n de sus negocios.
Renovaci¨®n urban¨ªstica
Era el inicio de los noventa. Casi simult¨¢neamente, el entoncesconcejal del distrito, Antoni Santiburcio, puso en marcha una comisi¨®n de gesti¨®n del espacio comercial. Eran reuniones mensuales entre representantes de los comerciantes y t¨¦cnicos municipales. "Habl¨¢bamos de los prinicipales problemas, como la ausencia de un espacio p¨²blico en condiciones", explica Joan Mateo, uno de los impulsores de la denominaci¨®n eje comercial de Sant Andreu. Progresivamente, el centro hist¨®rico del distrito empez¨® a cambiar sensiblemente su fisonom¨ªa: calles peatonales y aceras m¨¢s espaciosas fueron ganando terreno al coche. "Lo cierto es que hemos tenido una excelente relaci¨®n con todos los concejales que han pasado por Sant Andreu", afirma Mateo.
En la dinamizaci¨®n del barrio se han implicado los propios comerciantes, el distrito y tambi¨¦n la Generalitat- a trav¨¦s del Departamento de Comercio y Turismo-y la C¨¢mara de Comercio, que firmaron un convenio de colaboraci¨®n. La misma f¨®rmula se ha repetido para potenciar el eje comercial de Maragall-Trinxant.
Ahora, los comerciantes de Sant Andreu han decidido dar un paso m¨¢s en su objetivo de mejorar la calidad y han creado una sociedad de gesti¨®n en la que los propios comerciantes son accionistas. Una de las iniciativas que promueven es conseguir que los propietarios de los locales que se traspasen o vendan y los intermediarios del mercado inmobiliario est¨¦n de acuerdo en el que sea la sociedad de gesti¨®n la que busque el operador ideal o que ofrezca una calidad determinada: "Por ejemplo, se trata de evitar que se instale una cafeter¨ªa en un local que ha quedado libre si en las inmediaciones hay otras cafeter¨ªas", explica Mateo.
Uno de los renovados locales del eje comercial de Sant Andreu. / JOAN GUERRERO
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