La sociedad de Lagier implicada en el contrato con Ford apenas registra actividad desde 1996

La empresa francesa Apod, implicada en el contrato firmado por Ford y el Instituto Valenciano de la Exportaci¨®n como destinataria en la Uni¨®n Europea de los materiales industriales comprados por la entidad p¨²blica en T¨²nez, est¨¢ en virtual bancarrota desde 1996. El registro mercantil franc¨¦s recoge una observaci¨®n fechada el 15 de enero de 1997, seg¨²n la cual la asamblea general de Apod decidi¨® dos meses antes mantener viva la sociedad "a pesar de que su activo neto ha resultado inferior a la mitad de su capital social", que asciende a siete millones de pesetas.

El contrato firmado entre el Ivex y Ford en julio de 1995 compromet¨ªa a la entidad p¨²blica a comprar materiales industriales producidos en T¨²nez y a venderlos por el mismo precio a sociedades radicadas en la Uni¨®n Europea para generar los derechos de compensaci¨®n que exigen las autoridades del pa¨ªs magreb¨ª antes de importar veh¨ªculos producidos en la Comunidad Valenciana.Las sociedades implicadas en las primeras operaciones -Sonotube y Smac en T¨²nez, y Apod en Francia- son todas propiedad de Jean Luc Lagier, el empresario demandado por la actual direcci¨®n del Ivex junto a su ¨²ltimo director general, Jos¨¦ Mar¨ªa Tabares, como supuestos autores de un delito societario que habr¨ªa provocado un quebranto econ¨®mico a la entidad que fue cifrado en 1.049 millones y que fuentes oficiales reducen ahora a 800 millones de pesetas.

Los informes de la Sindicatura de Comptes relativos a los a?os 1996 y 1997 elevan a cerca de 1.500 millones de pesetas el valor total de las mercader¨ªas compradas por el Ivex a las empresas tunecinas Sonotube y Smac, que producen materiales para expositores comerciales y muebles met¨¢licos, respectivamente. Ambas sociedades funcionan con relativa solvencia en la actualidad y sumaron un volumen de facturaci¨®n durante el a?o pasado superior a los 3.200 millones de pesetas.

El caso de Apod es otro. La sociedad francesa fue fundada en 1947 por Pierre Lagier, propietario del 99% de su capital social, que asciende desde su origen a siete millones de pesetas. Apod naci¨® con vocaci¨®n comercial y su actividad declarada es la compra y venta de objetos diversos, m¨¢quinas para remontes mec¨¢nicos y todo tipo de mobiliario.

Formalmente, Apod habr¨ªa comprado al Ivex en 1996 y 1997 los materiales industriales producidos en T¨²nez por las empresas del propio Lagier, pero la Sindicatura de Comptes alerta sobre la ausencia de soporte documental de las operaciones correspondientes.

El activo circulante de la sociedad Apod al cierre del ejercicio de 1996 asciende, seg¨²n los datos de la auditora Dun & Bradstreet -que baraja los datos mercantiles de un mill¨®n de sociedades en toda Europa-, a poco menos de 30 millones de pesetas. A finales de 1998, la cifra se hab¨ªa reducido a tres millones de pesetas, seg¨²n las mismas fuentes.

Sin embargo, el registro mercantil franc¨¦s cita una anotaci¨®n de febrero de 1997, seg¨²n la cual la asamblea general de Apod habr¨ªa decidido en diciembre mantener viva la empresa a pesar de que su activo neto result¨® inferior a la mitad del capital social de la sociedad. Un ¨ªndice que refleja la pr¨¢ctica inactividad de la empresa.

Dun & Bradstreet advierte sobre la capacidad financiera negativa de la sociedad y elude comprometerse a la hora de ofrecer la solvencia crediticia de la empresa. Asegura carecer de datos sobre posibles problemas judiciales arrastrados por Apod y anuncia que los propietarios de la sociedad est¨¢n interesados en vender su fondo de comercio.

El registro de la propiedad inmobiliaria en Francia apenas cita una propiedad a nombre de Jean Luc Lagier, en una localidad del centro de Francia.

El presunto delito societario que se imputa a Lagier y a Tabares fue resultado de una serie de operaciones entre la sociedad tunecina Sonotube y una segunda sociedad belga, Graficom, tambi¨¦n propiedad del empresario franc¨¦s. Dun & Bradstreet no ofrece ninguna informaci¨®n sobre Graficom. La sociedad belga de Lagier dej¨® de existir hace meses, seg¨²n los actuales titulares de los tel¨¦fonos correspondientes a Graficom y ha resultado imposible seguir los movimientos de la empresa en B¨¦lgica.

Seg¨²n la versi¨®n oficial del presunto quebranto que sufre el Ivex, Graficom habr¨ªa garantizado el pago de hasta 1.331 millones de pesetas a la empresa tunecina Sonotube a trav¨¦s de unas letras avaladas por la firma del ¨²ltimo director general de la empresa p¨²blica de la Generalitat. Sonotube habr¨ªa cobrado 1.049 millones, seg¨²n la primera versi¨®n, descontando los efectos comerciales, que ahora exigen al Ivex las entidades financieras que han reclamado sin ¨¦xito a Graficom los pagos correspondientes. Lagier ha sido citado a declarar ante el juez en calidad de imputado el pr¨®ximo d¨ªa 23 de diciembre.

Fuentes del ¨²ltimo consejo de administraci¨®n del Ivex, que aseguran desconocer a Lagier, afirman, sin embargo, que era considerado un empresario solvente con buenas relaciones en el ¨¢mbito financiero y una capacidad crediticia reconocida.