Los jueces temen que el nuevo sistema inform¨¢tico colapse los juzgados
Los jueces de Instrucci¨®n de Valencia se reunir¨¢n para buscar soluciones a los problemas ocasionados por el sistema inform¨¢tico que a partir del pr¨®ximo enero debe organizar el funcionamiento de los juzgados y repartir el trabajo entre ellos. Hasta el momento, las pruebas realizadas han anticipado dificultades que podr¨ªan colapsar el funcionamiento de los juzgados. "Estoy muy preocupado", asegura el decano de los jueces de Valencia, Fernando de Rosa.
El programa Libra, creado por el Ministerio de Justicia, sustituir¨¢ con el a?o 2000 al sistema inform¨¢tico utilizado hasta el momento, el Inforius. Y su llegada a los ¨®rganos encargados de investigar los delitos de car¨¢cter penal no ha sido brillante. Las deficiencias estructurales del sistema -el gobierno canario remozar¨¢ totalmente el software dise?ado en Madrid- y la premura de tiempo con la que ha sido instalado -apenas un mes antes de su plena entrada en funcionamiento- podr¨ªan colapsar el juzgado de guardia y, en consecuencia, paralizar el reparto de asuntos desde los juzgados. As¨ª, los magistrados ya han planteado en una primera reuni¨®n varios de los problemas del sistema Libra. La comunicaci¨®n de los habeas corpus no se realiza, con lo que cualquier detenido por la polic¨ªa que solicita su inmediata puesta a disposici¨®n del juez no ve atendida, o al menos estudiada, su petici¨®n. Las denominadas ampliatorias, las actuaciones policiales o judiciales relacionadas con una anterior denuncia, son otra fuente de problemas por la dificultad en encontrar la informaci¨®n original o, por mencionar otro ejemplo, el principio del doble registro no funciona. Es decir, algo tan b¨¢sico como la intercomunicaci¨®n en los juzgados es una utop¨ªa. El sistema ha sido incapaz de transmitir, por el momento, la informaci¨®n recibida en el juzgado de guardia al ¨®rgano jurisdiccional al que ha correspondido en suerte el asunto. M¨¢s all¨¢ de los problemas burocr¨¢ticos, estas disfunciones del sistema preocupan profundamente a los jueces.
No es para menos, porque los problemas inform¨¢ticos tienen importantes efectos pr¨¢cticos, especialmente en una organizaci¨®n en la que el trasvase de informaci¨®n es continuo. Por ejemplo, el juez competente para investigar una infracci¨®n relacionada con la violencia dom¨¦stica no podr¨ªa tomar medidas cautelares contra el supuesto responsable del delito en caso de que ¨¦ste, por decir algo, haya vuelto a reincidir. La denuncia no llegar¨ªa hasta el magistrado pertinente al no poder salir del juzgado de guardia.
La paralizaci¨®n en un caj¨®n de una denuncia por un delito de violaci¨®n, por trabajar con otra hip¨®tesis, podr¨ªa impedir la b¨²squeda de las pruebas que esclarecieran el delito. "No me preocupan tanto la tramitaci¨®n de las demandas como una posible paralizaci¨®n en la resoluci¨®n de delitos de gravedad o problemas que afectan a los derechos fundamentales", asegura, preocupado, de Rosa.
En cualquier caso, los especialistas del decanato y la Generalitat trabajan contrarreloj para solucionar estos problemas, que han provocado una reuni¨®n extraordinaria el pr¨®ximo lunes. Antes, el director general de Justicia, Eloy Velasco, insisti¨® en que los juzgados entrar¨¢n en el 2000 sin problemas t¨¦cnicos.
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