Como Carter no hay ninguno
El jugador de Toronto Raptors rompe moldes en la NBA
Vince Carter es muy diferente a la mayor¨ªa de sus compa?eros de la NBA. Vince Carter conoce a su madre, Michelle, majorette de joven, maestra de mayor. M¨¢s a¨²n, Vince Carter sabe de alguien a quien llamar padre, Harry Robinson, un profesor que se convirti¨® en su padrastro cuando ten¨ªa siete a?os.Todo un lujo en un mundo en el que la norma es la familia rota, la infancia violenta, la juventud inadaptada. Vince Carter no luce imagen de macarra de barrio, tatuajes o cortes de pelo amenazadores. Vince Carter es educado, buen amigo, gracioso, generoso, da sus ropas usadas a los ni?os pobres de su escuela, y quiere a los ni?os.
Pero no por ser un afortunado nacido en una familia de clase media Vince Carter, el poderoso alero de los Toronto Raptors, es menos mala bestia. No es un blandengue, no. Un tirador de posturas o un pusil¨¢nime. Antes al contrario: Vince Carter, el mejor rookie del 99, el hombre que mejor impresi¨®n ha causado en la NBA en su primer a?o desde Shaquille O"Neal, el jugador llamado para borrar a Tim Duncan, tiene los pies en la tierra, s¨ª, pero su cabeza y sus manos siempre est¨¢n por encima del aro, en un territorio en el que s¨®lo los m¨¢s fuertes f¨ªsica y mentalmente sobreviven.
Vince Carter es el ¨²nico jugador de la NBA que calza zapatillas Puma. ?Viva la diferencia? No. Viva la decisi¨®n propia. Sin embargo, Carter, 2,01 metros, 100 kilos, es baloncestista porque antes hubo un jugador llamado Michael Jordan.
Pod¨ªa haber sido muchas otras cosas, porque val¨ªa para ello. Pod¨ªa haber sido saxofonista, poeta, escritor, percusionista de banda callejera, buen jugador de voleibol o extraordinario quarterback de f¨²tbol americano. Le llamaban el OVNI en su Daytona Beach (Florida) natal. Pero Vince Carter, alto, fuerte, una roca, se fue a estudiar a la Universidad de Carolina del Norte. O sea, se fue al campus en el que Michael Jordan fue joven y universitario. Y all¨ª, s¨®lo se pod¨ªa salir jugador de baloncesto. Y r¨¢pido. Como su colega Antawn Jamison (con el que sufri¨® un intercambio instant¨¢neo de los Golden State a los Toronto) pas¨® de sus a?os senior en la universidad para entrar r¨¢pido en la NBA. Y como todos sus colegas universitarios, a la hora de elegir n¨²mero se pele¨® por el 23 que hab¨ªa llevado antes Air Jordan. Y lleg¨® tarde. Le toc¨® el 15. Menos mal que su madre se sab¨ªa los n¨²meros romanos.
"Ves, Vince", le dijo por tel¨¦fono Michelle, la ex majorette, "coges el 1 y el 5 del 15 y los sumas. Sacas 6. Y 6 en n¨²meros romanos es una uve y una i may¨²scula. ?Y qu¨¦ hacen juntas una uve y una i may¨²scula? Pues VI, tu inicial. Ya ver¨¢s c¨®mo hace famoso ese n¨²mero. No tendr¨¢s que depender del 23".
Michael Jordan en persona le vio y le dijo: "Trabaja, Vince, y ya ver¨¢s c¨®mo llega tu hora".
Vince, de 22 a?os, trabaj¨®, sigui¨® en sus trece de empe?arse en desafiar la ley de la gravedad y convirti¨® la camiseta n¨²mero 15 de los Raptors en la camiseta del rey de los mates.. Lo hizo todo el a?o pasado, en su primer a?o en la NBA, cuando fue elegido por unanimidad rookie del a?o. Fue tambi¨¦n el m¨¢ximo anotador de su equipo (18,3 puntos de media), consigui¨® 5,7 rebotes de media por partido y tres asistencias.
Lo sigue haciendo todo, y m¨¢s, en su segundo a?o, en el que ya es el l¨ªder indiscutible del equipo canadiense, al que ha prometido conducir a los play off finales. Defiende duro, vuela sobre el aro rival, machaca la canasta, tira de lejos y sigue desafiando la ley de la gravedad. Y tambi¨¦n ha aumentado sus n¨²meros en todas las categor¨ªas. Ya anda por los 6,5 rebotes por partido, las 3,3 asistencias y los 22,9 puntos.Y los Toronto Raptors son firmes candidatos a los play off.
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