La NASA no se rinde e intenta arreglar el telescopio "Hubble" antes de final de a?o
El transbordador "Discovery" fue lanzado de madrugada con siete tripulantes
Tras nueve aplazamientos, la NASA decidi¨® ayer no rendirse a los elementos. Minutos antes de las dos de la madrugada de hoy fue lanzado el transbordador espacial Discovery con siete tripulantes para reparar el telescopio Hubble. A partir ahora, la misi¨®n debe terminar por fuerza antes de fin de a?o para evitar cualquier problema relacionado con el efecto 2000. Ayer, las condiciones meteorol¨®gicas no eran ¨®ptimas en Cabo Ca?averal, a pesar de lo cual se procedi¨® a llenar la nave de combustible y se efectu¨® el lanzamiento. Su regreso est¨¢ previsto para el pr¨®ximo d¨ªa 27.
Pese a los problemas t¨¦cnicos del transbordador espacial Discovery y a las malas condiciones meteorol¨®gicas en la base Kennedy de Cabo Ca?averal -factores que han motivado nueve aplazamientos del despegue de los astronautas listos para reparar en ¨®rbita el telescopio Hubble-, la NASA sigui¨® adelante con su proyecto. Ayer se fij¨® el lanzamiento del Discovery para ¨²ltima hora de la tarde en Florida, la madrugada de hoy en Espa?a. El lanzamiento se efectu¨® finalmente a las dos menos diez -hora peninsular espa?ola- de la madrugada de hoy sin ning¨²n contratiempo.La predicci¨®n meteorol¨®gica no era ¨®ptima ayer en Cabo Ca?averal, con un 40% de probabilidades en contra de que el Discovery recibiera luz verde para salir. De cualquier forma, ayer por la ma?ana, a media tarde en Espa?a, se hab¨ªa iniciado la operaci¨®n de llenado de combustible del gran dep¨®sito externo del transbordador, que alimenta los motores principales de la nave.
La urgencia de la misi¨®n se deriva de la situaci¨®n del telescopio, apagado desde hace m¨¢s de un mes debido al fallo de la mayor¨ªa de sus dispositivos de orientaci¨®n (los gir¨®scopos). Y la carrera contrarreloj de los responsables del transbordador se debe a que la NASA no quiere de ninguna manera tener una misi¨®n en curso el 31 de diciembre debido al riesgo hipot¨¦tico de fallo de alg¨²n ordenador por el efecto 2000.
Los siete astronautas de la misi¨®n, capitaneada por el veterano Curtis Brown, deb¨ªan haber salido al espacio el pasado mes de octubre, pero entonces la flota de transbordadores de la NASA estaba detenida en Tierra mientras los ingenieros proced¨ªan a una revisi¨®n exhaustiva de las cuatro naves por fallos detectados en el cableado y los motores.
Por fin, la misi¨®n recibi¨® luz verde la semana pasada. Los planes iniciales contemplaban una duraci¨®n del vuelo de 10 d¨ªas, en los que se realizar¨ªan cuatro paseos espaciales para proceder a las operaciones de reparaci¨®n del telescopio, incluida la sustituci¨®n de sus seis gir¨®scopos. Cuando se ech¨® encima el fin de semana, y el Discovery segu¨ªa todav¨ªa en Tierra, los responsables de la misi¨®n decidieron reducir a tres los paseos espaciales para dejar el vuelo en nueve d¨ªas y que los astronautas estuvieran de regreso antes de final de a?o. Todo vuelo de los transbordadores tiene dos d¨ªas de margen sobre el programa previsto para hacer frente a las contingencias meteorol¨®gicas o t¨¦cnicas que puedan surgir.
Ocho d¨ªas
La misi¨®n era ya ayer de s¨®lo ocho d¨ªas, y la NASA estaba estudiando la posibilidad de utilizar la base a¨¦rea de Edward, en California, para el aterrizaje, en lugar de la habitual pista de Cabo Ca?averal. La base californiana se ha utilizado numerosas veces en el pasado para el aterrizaje de los transbordadores cuando las condiciones meteorol¨®gicas lo han impedido en California.
Cinco astronautas estadounidenses y dos europeos forman la tripulaci¨®n de esta misi¨®n de mantenimiento y reparaci¨®n del Hubble, denominada oficialmente STS-103. Adem¨¢s del comandante Brown, integran el equipo el piloto Scott J. Kelly m¨¢s los especialistas Steven Smith, John Grunsfeld, Claude Nicollier, Michael Foale y Jean Fran?ois Clervoy. Este ¨²ltimo es el encargado de manejar el brazo rob¨®tico de la nave para sujetar el gran telescopio -del tama?o de un autob¨²s de dos pisos- y para ayudar a sus compa?eros en los paseos espaciales. Nicollier y Clervoy son astronautas de la Agencia Europea del Espacio (copropietaria del Hubble, con un 15% de participaci¨®n), mientras que los otros cinco son de la NASA.
Adem¨¢s de cambiar los gir¨®scopos del telescopio (necesita tres como m¨ªnimo para ser apuntado con la precisi¨®n que exigen las observaciones astron¨®micas y tiene cuatro estropeados), la tarea encomendada a los tripulantes del Discovery incluye sustituir el ordenador principal del Hubble por uno m¨¢s avanzado y colocar un dispositivo para mejorar las bater¨ªas del sat¨¦lite. Tambi¨¦n pondr¨¢n una nueva grabadora de datos, un transmisor y cubiertas aislantes.
La urgencia de estas reparaciones hizo que, hace unos meses, la NASA decidiera dividir la misi¨®n de servicio del Hubble de manera que se adelantaron las operaciones m¨¢s urgentes a este vuelo y qued¨® aplazada para otro, a realizar el a?o que viene, la sustituci¨®n de algunos instrumentos cient¨ªficos.
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