Hezbol¨¢ mantiene la fe en las armas
En el cuartel general de la guerrilla proiran¨ª se cree que para promover el di¨¢logo hay que seguir los ataques
La guerrilla integrista libanesa del Hezbol¨¢ se plantea por el momento continuar con la lucha armada como la mejor f¨®rmula para acelerar el proceso de di¨¢logo entre Siria e Israel reanudado la semana pasada en Washington bajo los auspicios del presidente norteamericano Bill Clinton, aseguran los portavoces oficiales de la milicia fundamentalista desde su cuartel general de Beirut. Los dirigentes de esta milicia son conscientes, sin embargo, de que se abre ante ellos un proceso de di¨¢logo y que la historia les puede obligar en cualquier momento a cambiar la estrategia de la guerra por la de la paz."La lucha armada es la mejor f¨®rmula para acelerar las conversaciones. Estamos convencidos de que Siria no nos pedir¨¢ por el momento que decretemos un alto el fuego, porque ellos est¨¢n interesados en que no bajemos la presi¨®n sobre el terreno, sobre todo ahora en que la din¨¢mica de las negociaciones no est¨¢ a¨²n clara", asegur¨® ayer Muafak Jamal, portavoz de la guerrilla integrista del Hezbol¨¢ desde su cuartel general de Beirut, una semana despu¨¦s de que se reabrieran en Estados Unidos las v¨ªas de di¨¢logo entre Siria e Israel, atascadas desde hace m¨¢s de tres a?os.
Con estas palabras los dirigentes de la milicia integrista tratan de descartar cualquier posibilidad de un inminente alto el fuego o, en el peor de los casos, un cese temporal de las hostilidades, en apoyo del proceso de negociaci¨®n iniciado en Washington. Esta posibilidad parec¨ªa deducirse de las inesperadas declaraciones efectuadas el pasado fin de semana por el m¨¢ximo responsable del aparato pol¨ªtico del Hezbol¨¢, el diputado Mohamed Raad, en las que por primera vez los fundamentalistas hablaron de un abandono de las armas.
"Es cierto que la lucha tiene muchas facetas. Hay muchas otras formas de luchar aparte de la militar. Una vez que el Ej¨¦rcito sionista salga de los territorios ocupados, decidiremos qu¨¦ tipo de lucha se puede hacer contra Israel. Nuestro conflicto con Israel no es s¨®lo fronterizo; es sobre todo una cuesti¨®n de existencia, ya que ellos constituyen un cuerpo sionista que se ha metido en nuestra regi¨®n y al que estamos dispuestos a seguir combatiendo hasta el fin", recalca el portavoz del Hezbol¨¢, admitiendo de esta manera la existencia de un debate interno en el que se plantea ya de manera abierta y con toda claridad la posibilidad de cambiar la estrategia militar por la estrictamente pol¨ªtica.
Pero antes de que Hezbol¨¢ pueda abandonar definitivamente la lucha armada, sus dirigentes recuerdan que Israel deber¨¢ cumplir con una serie de exigencias, aprobadas en su d¨ªa por el Gobierno y el Parlamento de L¨ªbano, la primera de las cuales es la retirada de todas las tropas hebreas de la franja ocupada en el sur del pa¨ªs y a la que se a?aden otras reclamaciones como son las indemnizaciones por los da?os materiales y humanos provocados por las invasiones y ataques perpetrados desde 1948, la devoluci¨®n de siete pueblos ocupados en el momento de la creaci¨®n del Estado de Israel y la correcci¨®n de los l¨ªmites fronterizos que permiti¨® al Estado hebreo mover la l¨ªnea de demarcaci¨®n en 1.200 metros, en detrimento de L¨ªbano.
"Adem¨¢s, y sobre todo, no consentiremos que el futuro del Ej¨¦rcito del Sur de L¨ªbano, capitaneado por Antoine Lahad, que ha luchado durante estos ¨²ltimos a?os a favor de Israel, pueda ser decidido en la mesa de las negociaciones. Exigimos que sean juzgados en nuestro pa¨ªs, por el delito de traici¨®n", a?ade el portavoz.
Hezbol¨¢ est¨¢ a¨²n en pie de guerra. La milicia est¨¢ dispuesta en cualquier momento a golpear a Israel, como lo han estado haciendo durante los ¨²ltimos 17a?os. No hay concesiones, ni par¨¦ntesis estrat¨¦gicos, insisten sus responsables. Rechazan as¨ª los an¨¢lisis interesados del Gobierno israel¨ª, que aseguran que Siria intenta frenar al Hezbol¨¢ sobre el terreno, malinterpretando las cautelas que les obligan a no caer en respuestas precipitadas, como pudieran haber hecho tras el bombardeo de la escuela de Arabsalim el pasado viernes, donde resultaron heridos una veintena de escolares libaneses.
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