El Ej¨¦rcito chino entra en Macao entre banderas rojas y entusiasmo popular
El primer contingente del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Popular (ELP) chino entr¨® ayer en Macao, 12 horas despu¨¦s de que la ex colonia portuguesa fuera devuelta a Pek¨ªn. Sus 500 soldados fueron recibidos con entusiasmo y banderas rojas por centenares de habitantes de Macao. El nuevo gobernador de la regi¨®n especial, Edmund Ho, afirm¨® que uno de sus objetivos prioritarios ser¨¢ "aplastar el crimen organizado", es decir, a las mafias que controlan el juego.
Las tropas, al mando del general Lui Yue-yun y del comisario pol¨ªtico He Xianshu, atravesaron el puesto fronterizo de las Puertas del Cerco a las doce del mediod¨ªa de ayer (cinco de la ma?ana, hora peninsular espa?ola) a bordo de 60 veh¨ªculos blindados y 10 carros de combate. Miles de personas, movilizadas por el r¨¦gimen, les despidieron antes de cruzar la frontera y centenares fueron a recibirles a su llegada al nuevo territorio, regido por la f¨®rmula "un pa¨ªs, dos sistemas", como Hong Kong. Fueron aclamados como h¨¦roes y as¨ª lo son para el aparato comunista. Las tropas pertenecen a las unidades de ¨¦lite que combatieron contra Jap¨®n, los nacionalistas de Chiang Kai-shek y en el conflicto de Corea. El presidente chino, Jiang Zemin, reconoci¨® que la entrada de las tropas fue retrasada algunas horas para "no humillar" a las autoridades portuguesas, que abandonaron su ¨²ltima colonia nada m¨¢s acabar la ceremonia de transferencia de poderes. Antes de llegar a sus cuarteles, los soldados recorrieron las calles m¨¢s concurridas de la ciudad en un paseo triunfal orquestado para celebrar "el regreso a la madre patria".
Algunos habitantes de Macao se mostraron convencidos de que las tropas facilitar¨¢n la lucha contra el crimen organizado, que, en los ¨²ltimos tres a?os, ha desencadenado una oleada de violencia por el control de los negocios del juego y otro tipo de actividades paralelas, como la prostituci¨®n, la usura o el creciente blanqueo de dinero. El juego, con 10 casinos abiertos las 24 horas del d¨ªa, supone el 90% de la econom¨ªa del territorio, el 60% de su presupuesto oficial y que alcanz¨® el pasado a?o los 2.500 millones de d¨®lares de beneficios (m¨¢s de 380.000 millones de pesetas).
Ante ese panorama, las milenarias tr¨ªadas chinas (sociedades secretas de car¨¢cter mafioso) rivalizan desde hace meses por el control de las actividades ilegales y las futuras concesiones que deber¨¢n renovarse en el a?o 2001.
Hasta ahora la explotaci¨®n del juego est¨¢ concedida, en r¨¦gimen de monopolio, al empresario de Hong Kong Stanley Ho. La batalla por el negocio provoc¨® en los dos ¨²ltimos a?os la muerte de 50 personas de bandas rivales, los asesinatos de un alto funcionario de la Inspecci¨®n del Juego y un agente de Aduanas, y el atentado fallido contra el ex director de la Polic¨ªa Judicial, el portugu¨¦s Marqu¨¦s Baptista. En este sentido, el nuevo gobernador de Macao, el ex banquero Edmund Ho, afirm¨® ayer que uno de sus objetivos prioritarios ser¨¢ restablecer "el orden y la paz" en el territorio y "aplastar el crimen organizado", para lo cual asegura tener un plan infalible del que a¨²n no ha revelado detalles.
En su primer discurso oficial, Edmund Ho, que se autodefine como "no comunista", alab¨® el ¨¦xito de la f¨®rmula "un pa¨ªs, dos sistemas", ideada por Deng Xiaoping, y prometi¨® defender las libertades alcanzadas en Macao.Por su parte, el presidente chino, Jiang Zemin, se comprometi¨® a respetar el r¨¦gimen de libertades alcanzado en el territorio, sus intereses econ¨®micos y el derecho de los cat¨®licos a practicar su religi¨®n. El m¨¢ximo dirigente de los comunistas chinos insisti¨® en que la devoluci¨®n de Macao convierte en "muy urgente" la deseada reunificaci¨®n de la patria, ahora con los ojos puestos en Taiwan, considerada por el r¨¦gimen de Pek¨ªn como una "provincia renegada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.