Marcar un n¨²mero en el m¨®vil distrae al conductor 350 metros en carretera

Marcar un n¨²mero en el tel¨¦fono m¨®vil le lleva a un conductor un promedio de 10,6 segundos. En una autov¨ªa, a 120 kil¨®metros por hora, ¨¦se es el tiempo que tarda el coche en recorrer 353 metros, y durante todo ese trayecto, el conductor, por m¨¢s que mire a la carretera de forma intermitente, est¨¢ prestando una atenci¨®n muy deficiente. Puede que no le pase nada, pero ser¨¢ una mera cuesti¨®n de suerte. ?sta y otras conclusiones de un estudio de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) muestran la grave negligencia que supone usar un m¨®vil al volante.

La OCU, que publicar¨¢ el estudio en el n¨²mero de enero de su revista, ha tomado los datos con conductores voluntarios que daban seis vueltas a un circuito de pr¨¢cticas. Durante las pruebas, varias c¨¢maras de v¨ªdeo filmaron los movimientos del conductor mientras hac¨ªa o recib¨ªa llamadas con distintos tipos de tel¨¦fonos m¨®viles, con particular atenci¨®n a las acciones que les hac¨ªan desviar la vista de la carretera. Tambi¨¦n se les tomaba el pulso durante el trayecto.Los m¨®viles convencionales -es decir, sin auriculares ni sistemas de reconocimiento de voz- son, con diferencia, los m¨¢s peligrosos al volante. Con ellos, no s¨®lo llamar, sino tambi¨¦n recibir llamadas, supone un riesgo considerable. Cuando un conductor recibe una llamada, aunque s¨®lo sea para ver de qui¨¦n es y dejarla aparcada, su atenci¨®n se reduce a niveles inaceptables durante 4,9 segundos en promedio. A 120 kil¨®metros por hora, ese lapso supone recorrer m¨¢s de 160 metros sin la concentraci¨®n necesaria.

El circuito de pruebas estaba jalonado por se?ales de tr¨¢fico. En una situaci¨®n normal, los conductores pasaron por alto un 5% de estas se?ales, como media. Pero ese porcentaje se elevaba hasta el 42% cuando los conductores iban usando el m¨®vil. En los cruces o rotondas en que es imprescindible tener en cuenta qui¨¦n tiene preferencia, los conductores que van usando el m¨®vil cometen fallos en una de cada cuatro ocasiones, una circunstancia que comporta el riesgo de accidentes muy graves.

Los momentos m¨¢s cr¨ªticos son los de marcar el n¨²mero o recibir la llamada, pero la concentraci¨®n se ve perturbada durante toda la conversaci¨®n. Una evidencia indirecta de esta p¨¦rdida de atenci¨®n es que los conductores que van hablando por tel¨¦fono reducen su velocidad en un 12%, como media. Los t¨¦cnicos tambi¨¦n han comprobado que el ritmo cardiaco del conductor se acelera bruscamente. Durante una llamada, el pulso de algunos conductores se dispara hasta las 145 pulsaciones por minuto (el ritmo normal en reposo var¨ªa entre 70 y 90 pulsaciones).

El C¨®digo de Circulaci¨®n proh¨ªbe hablar por tel¨¦fono al volante, incluso con auriculares. La normativa de tr¨¢fico s¨ª permite el uso de los equipos llamados de manos libres, pero la OCU considera que, de los varios modelos disponibles en el mercado, los ¨²nicos que ofrecen una seguridad aceptable -y aun as¨ª no total- son los que incorporan un sistema de reconocimiento de voz: basta que el conductor pronuncie el nombre de la persona a quien quiere llamar para que el tel¨¦fono marque el n¨²mero autom¨¢ticamente (naturalmente, es necesario haber introducido previamente los n¨²meros y la pronunciaci¨®n de los nombres en la memoria). Los mejores sistemas de este tipo, que van acoplados a la radio del coche, cuestan unas 150.000 pesetas.