Muere Robert Bresson, el gran m¨ªstico del cine franc¨¦s

El cineasta franc¨¦s Robert Bresson falleci¨® el pasado s¨¢bado, a los 98 a?os de edad, en su casa en el campo. La noticia de su muerte fue comunicada ayer por su viuda, que precis¨® que "Robert ser¨¢ enterrado en la m¨¢s estricta intimidad". Bresson hab¨ªa nacido el 1901, hijo de un militar. Su primera vocaci¨®n fue la de pintor, pero el cine de Ren¨¦ Clair le llev¨® a querer ponerse detr¨¢s de la c¨¢mara y a realizar un primer mediometraje en 1934. Cineasta perfeccionista, muy complejo, herm¨¦tico y en ocasiones exquisito, su cine se acerca al pleno despojamiento, al ascetismo absoluto. Fue uno de los supremos cineastas europeos, y su influencia en el cine franc¨¦s de los a?os cincuenta y sesenta es de enorme calado, de proporciones fundacionales y alcance incalculable.

Jean-Luc Godard escribi¨®: "Bresson es el cine franc¨¦s, como Dostoievski es la novela rusa, como Mozart es la m¨²sica alemana". Nacido en Auvernia, en el centro de Francia, su biograf¨ªa contiene tantas zonas oscuras como la de cualquiera de sus personajes, y se sabe poco de su juventud, a excepci¨®n de su temprana dedicaci¨®n a la pintura. Ayer hasta el primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, record¨® el cine "at¨ªpico e inclasificable de este maestro del arte del siglo XX".Las pel¨ªculas m¨¢s conocidas y en las que se cimenta el prestigio de Bresson son Le journal d"un cur¨¦ de campagne (1950), Un condenado a muerte se ha escapado (1954), Pickpocket (1966) y Une femme douce (1967). Su ¨²ltima realizaci¨®n data de 1983, cuando firm¨® El dinero, una imagen siniestra de la sociedad francesa moderna, dominada por el capital.

Los 13 filmes de la carrera de Bresson son el trayecto de un estilo cada vez m¨¢s seco, descarnado y austero. A partir de 1950 renunci¨® a los actores profesionales y a todo tipo de t¨¦cnica de interpretaci¨®n naturalista. Sus modelos dec¨ªan el texto sin ¨¦nfasis, procurando que la palabra fuese reina sin necesidad de recurrir a los sistemas tradicionales para generar emoci¨®n.

Las mejores pel¨ªculas de Bresson, todo su cine, llevaba siempre a pensar que el cine pod¨ªa haber sido otra cosa, que su potencial como lenguaje estaba poco explorado y que el resto de cineastas eran poco rigurosos con su arte. En ocasiones esta pureza y austeridad se volv¨ªan en contra del propio Bresson, le cortaba del mundo, le encerraba en una condena global de la contemporaneidad.

Premiado en varias ocasiones y festivales, Robert Bresson diferenciaba el cine del cinemat¨®grafo. ?l se consideraba defensor de este segundo arte mientras que el primero lo equiparaba al teatro filmado. Entre sus fuente de inspiraci¨®n figuran autores como George Bernanos y, sobre todo, Fedor Dostoievski, que adapt¨® de manera muy libre, centr¨¢ndose sobre todo en sus preocupaciones espirituales. Hombre muy creyente, su estilo ha sido calificado en numerosas ocasiones de jansenista.

El primer filme de Bresson, rodado en plena ocupaci¨®n alemana es Les anges du pech¨¦, basado en di¨¢logos de Jean Giradoux. En ¨¦l, ya da testimonio de esa voluntad de ir a lo esencial, "al alma de las cosas" que caracterizar¨¢ al director. En su siguiente intento, Les dames du Bois de Boulogne (1944) ensaya ya la desdramatizaci¨®n interpretativa, pero el lenguaje narrativo es a¨²n convencional. Con Le journal d"un cur¨¦ de campagne encuentra su camino, una v¨ªa que ir¨¢ profundizando y que le llevar¨¢ a firmar proyectos tan delirantes como Lancelot du lac, una cinta sobre la derrota de los caballeros de la Mesa Redonda en el que el ruido de las armaduras es mucho m¨¢s importante que el texto y en el que los duelos est¨¢n contados desde el punto de vista de los caballos y sin mostrar los jinetes.

Perfeccionista y virtuoso, los rodajes de Robert Bresson fueron encareci¨¦ndose debido al gran n¨²mero de tomas que realizaba y a su exigencia de exactitud. Prototipo del llamado cine de autor, artista sincero y exigente, Bresson tuvo que dejar de filmar a partir de 1983 porque ninguna compa?¨ªa de seguros quer¨ªa avalar el coste de un proyecto que s¨®lo ¨¦l, ya mayor, ten¨ªa en la cabeza.

Elevaci¨®n espiritual

Pero no s¨®lo los seguros acabaron con la continuidad de su carrera. El cine contempor¨¢neo, tan aparentemente atrevido, es hoy incapaz de asumir pel¨ªculas como Au hasard, Bathazar (1966), protagonizada por un asno que es un trasunto de El idiota, de Dostoievski, como Pickpocket en la que el carterista se equipara al superhombre nietzschiano o como Le diable probablement (1977), una mirada tan atroz sobre una sociedad sin otro norte que el dinero o el placer.

Moralista y puritano, el cine extraordinariamente moderno de Bresson ha aparecido a los ojos de la joven generaci¨®n como una retahila de pensamientos reaccionarios. Su extraordinario libro Notes sur le cin¨¦matographe, una sucesi¨®n de m¨¢ximas o pensamientos sobre su pr¨¢ctica art¨ªstica, tampoco fue bien comprendido porque hermana el estricto y radical materialismo del trabajo de Bresson con el lenguaje -sonidos, im¨¢genes, palabras- a su deseo de elevaci¨®n espiritual. De ah¨ª que pudiera escribir: "c¨¢mara y magnet¨®fono, alejadme de la inteligencia que lo complica todo".