Navidad desangelada

Manuel Morao nos ha tra¨ªdo un a?o m¨¢s el espect¨¢culo navide?o de Gitanos de Jerez, con una parte de villancicos populares y otra de cantes por buler¨ªas. Lo malo es que se trata del mismo espect¨¢culo de a?os anteriores, que visto una vez agota las posibilidades de seguir interes¨¢ndonos.Villancico va, villancico viene, cantados en coro o por un solista, pero todos con un soniquete repetitivo que llega hasta la monoton¨ªa, es obvio que el aburrimiento llega para todo aquel que no sea fan incondicional del g¨¦nero.

La segunda parte es algo m¨¢s animada, porque la buler¨ªa es la buler¨ªa, pero aun as¨ª no llega a encenderse esa chispa del fulgor jerezano por un palo en el que los gitanos de Jerez siempre sentaron c¨¢tedra. Los int¨¦rpretes hacen lo que pueden, y ni siquiera el m¨¢s distinguido de todos, Jos¨¦ Vargas, El Mono, escapa a la rutina. Al final, casi lo ¨²nico que se salva es el buen sonar de las guitarras, con un Jero que, le echen lo que le echen, es siempre maestro.

La Navidad y los Gitanos de Jerez dan para mucho m¨¢s, pero hay que poner voluntad en hacerlo. All¨ª las celebraciones navide?as se convirtieron en aut¨¦nticas explosiones de alegr¨ªa y arte. Lo que hemos visto en el escenario del Centro Cultural de la Villa no va mucho m¨¢s all¨¢ de un remedo desangelado.