El mal humor del Atl¨¦tico
Los rojiblancos arrollan al Oviedo en su mejor partido de la temporada
El mismo d¨ªa que se qued¨® sin presidente, el d¨ªa en el que todo fue confusi¨®n y nada m¨¢s que desastres para el Atl¨¦tico, ese d¨ªa los futbolistas de Ranieri decidieron jugar su mejor partido de la temporada. Un partido que quedar¨¢ en los libros del Atl¨¦tico como una an¨¦cdota, como la apostilla tragic¨®mica a un d¨ªa infausto, pero que permitir¨¢ a Jes¨²s Gil dormir, tal vez, un poco m¨¢s tranquilo. En el peor de los escenarios posibles, el equipo se destap¨® con una actuaci¨®n formidable, de sobra necesaria para vencer al Oviedo, un equipo voluntarioso y arm¨®nico pero excesivamente fr¨¢gil.El Atl¨¦tico se tom¨® el desaf¨ªo como un asunto personal: sali¨® al campo hecho una tromba y se llev¨® por delante al Oviedo, que a los diez minutos perd¨ªa 2-0. Si Luis Aragon¨¦s esperaba un rival dubitativo y temeroso -el Atl¨¦tico habitual de esta Liga-, el aluvi¨®n de los primeros compases le rompi¨® el gui¨®n. Al Atl¨¦tico le daba igual: hab¨ªa que ganar como fuera y dedicar el primer gol al presidente malherido, cosa que hicieron. Se abrazaron los diez hombres de campo (todos menos Molina), y apuntando con sus ¨ªndices al palco rindieron pleites¨ªa a Gil, como si fueran gladiadores del Imperio Romano saludando al C¨¦sar antes de morir.
ATL?TICO 5 - OVIEDO 0
Atl¨¦tico: Molina; Gaspar, Chamot, Ayala, Capdevila; Njegus, Bejbl, Hugo Leal, Valer¨®n; Correa y Hasselbaink. Oviedo: Esteban; Keita, Onopko, Boris; Danjou, Paulo Bento, Rabarivony; Losada, Pompei, Iv¨¢n Iglesias; y Dely Vald¨¦s. Goles: 1-0. M. 2. Centro desde la derecha de Njegus a Valer¨®n, que controla y marca de remate suave a la izquierda de Esteban. 2-0. M. 11. Ayala, de cabeza a la salida de un c¨®rner. 3-0. M. 44. Hasselbaink marca con la pierna izquierda tras una larga escapada. 4-0. M. 62. Correa, tras una buena jugada colectiva. 5-0. M. 70. Hasselbaink se escapa de su marcador, recorre varios metros con el bal¨®n y fusila a Estaban desde la media luna del ¨¢rea. ?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Estadio Vicente Calder¨®n, 30.000 espectadores. Jes¨²s Gil presenci¨® el partido desde el palco.
El Oviedo entreg¨® pronto el partido. Propuso un desarrollo aseado, un encuentro entre caballeros, pero el Atl¨¦tico no hizo ni caso. Los asturianos llegaron al Calder¨®n para jugar un partido de rutina, y se encontraron a un equipo que estaba de muy mal humor, en su peor d¨ªa del a?o. Tambi¨¦n se encontr¨® el Oviedo con Celso Ayala, un futbolista que no hace una mueca en todo el partido, pero que rara vez se equivoca.
Claudio Ranieri lleva cinco meses pidiendo a sus jugadores que sean unas fieras en el campo, "m¨¢quinas". Hasta ahora lo hab¨ªa conseguido a medias, en algunos partidos y durante pocos minutos. Contra el Oviedo el esfuerzo fue total: daba la impresi¨®n de que los jugadores quer¨ªan ganar porque les iba la vida en ello. Como ocurre en todas las familias, la desgracia une, y el Atl¨¦tico fue una pi?a.
Entre los escombros de una instituci¨®n que se cae a pedazos, los futbolistas del Atl¨¦tico se brindaron un homenaje a ellos mismos y a la afici¨®n, que esperaba el gesto desde hace mucho tiempo.
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