Sangre
Bueno: muchas felicidades, que ma?ana es 25 de diciembre y fun, fun fun. Pero no se me arrugue, compadre. Peor lo tiene el pavo, por ejemplo. Las horitas que nos quedan no son tan pesadas como en realidad se presumen y usted tiene m¨¢s recursos que Telef¨®nica para apurar el c¨¢liz familiar y no quedarse colgado en el empe?o. Ti¨¦ntese la ropa y a ver por donde embiste la fiera. Tranquilo. No se me atropelle. Por Navidad todos en casa. Con lo bien que estar¨ªamos todos en la nuestra y cada uno en la suya. Pero bueno este invento es as¨ª. Por Navidad todos en casa. Y aunque usted sienta c¨®mo la angustia fermenta su estado de ¨¢nimo en relaci¨®n directamente proporcional al malestar amazapanado de su est¨®mago, piense que siempre hay situaciones hogare?as m¨¢s perturbadoras que la suya.?se es el caso, y valga la referencia, de un se?or de 45 a?os acusado de haber golpeado a su madre y allanar la vivienda de la misma. El tipo se enfrenta a una condena de dos a?os de c¨¢rcel y al pago de una multa de 40.000 pesetas. Su defensa alega que los padres est¨¢n obligados a mantener a los hijos con independencia de la edad que tengan ¨¦stos. En su alegato, el letrado Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez sostuvo que aunque su defendido fue expulsado del hogar materno por una pelea con su madre, ¨¦sta no trataba con cualquiera sino con "su propia sangre" por lo que tiene la obligaci¨®n de alimentarle, mantenerle, cuidarle, vestirle y darle techo con independencia de su edad. Es lo que se llama en mi tierra el tir¨®n de la sangre. De la sangre con tomate... Al parecer, y diga lo que diga la ciencia, la sangre circula en un solo sentido: de padres a hijos. En sentido contrario no funciona. A la madre, por la ley de la sangre, se le puede golpear. A los hijos, por la misma ley, no s¨®lo se les debe dar cobijo bajo el techo paterno con independencia de la edad, sino tambi¨¦n, a lo que se ve, asimilar sus arrebatos de violencia.
Los juzgados son cada vez m¨¢s la ajustada radiograf¨ªa de nuestro malestar social. En sus salas se ven los belenes m¨¢s ex¨®ticos que montamos entre todos. Pase esta Navidad, como casi todas, en casa y con la familia. Pero cu¨ªdese de aquellos que siguen la m¨¢xima "vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos".
J. F?LIX MACHUCA
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