Cotino asegura que la colaboraci¨®n ciudadana se ha multiplicado por 10

Las llamadas telef¨®nicas a la Guardia Civil y al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa por parte de ciudadanos en relaci¨®n con la supuesta identificaci¨®n de posibles terroristas de ETA se ha multiplicado por diez desde la interceptaci¨®n, la semana pasada, de las dos furgonetas bomba con las que la banda pretend¨ªa cometer dos atentados simult¨¢neos en Madrid. As¨ª lo asegur¨® ayer el director general de la Polic¨ªa, Juan Cotino, quien agradeci¨® una colaboraci¨®n que considera "la mejor manera" de luchar contra los etarras.Por ejemplo, explic¨® Cotino, los alquileres de los pisos son un indicativo importante para intentar localizar posibles escondites de los terroristas, por lo que es importante informar de cualquier irregularidad que se observe en los arrendatarios tanto en sus pagos como en su comportamiento.

Cotino, que hizo estas manifestaciones antes de emprender viaje a Kosovo, donde visita hoy a los 21 agentes espa?oles que forman parte del contingente policial de la ONU en Pristina, advirti¨® de que ETA intentar¨¢ dar otro golpe una vez que se le ha frustrado el que preparaba para las Navidades. Por esa raz¨®n, dijo, se han puesto en marcha unos servicios especiales para tratar de localizar a los integrantes del nuevo comando Madrid. El n¨²mero de tel¨¦fono al que se puede llamar gratuitamente para dar cualquier informaci¨®n al respecto es el 900 100 091.

"S¨®lo se ha detenido a una persona de la caravana mort¨ªfera [Jos¨¦ Mar¨ªa Novoa, el conductor de la furgoneta de Calatayud] y quedan otros miembros del grupo en libertad [Alicia S¨¢ez, que iba en el coche lanzadera, e Igor Mart¨ªnez, al volante de la segundo camioneta, la de Alhama de Arag¨®n]. Cuando un criminal anda suelto siempre hay peligro de que pueda atentar en cualquier momento", concluy¨® Cotino.

Mientras tanto, unos desconocidos quemaron en la pasada madrugada una sucursal del Banco Bilbao Vizcaya, en Elizondo (Navarra), al arrojar a su interior un artefacto incendiario tras romper el cristal de su fachada.